el newsletter de la camada 87 abril 2014 | Page 12

Dicen que un buen viaje se vive en tres etapas: antes de viajar, durante el viaje, y después del viaje. Creo que eso se puede aplicar perfectamente a esto que les voy a contar. Ahora, lo que no tengo muy claro es si voy a contar un viaje, o la historia de un abrazo entre padre e hijo.   A uno de mis hermanos “ovalados” se le ocurrió la idea de ir a Nueva Zelanda a ver el mundial de rugby 2011. Lo primero que hizo fue comentárselo a mi viejo, alias “El Doctor”. Contra todos los pronósticos, no dijo que no, con lo cual automáticamente comenzaron las negociaciones familiares de cada uno. Necesitábamos saber quién negociaba con el Doctor, ya que obviamente tenía que ser el “main sponsor” de toda la movida. Yo, que soy el menos “ovalado” de la familia, y el menor, asumí esa responsabilidad.   Junté coraje y me fui a la casa de los viejos. Entre charla y charla, le fui a la yugular con mi mejor frase: “vos estás guardando guita para nosotros, para cuando no estés, y nosotros, en cambio, queremos que la gastes con nosotros!!!” Mi viejo en ese momento tenía 80 años, por eso las decisiones las masticaba con la almohada y con mi vieja. Me dijo que necesitaba tiempo para pensarlo bien. A la hora ya estaba en marcha el proceso de ablande familiar. A la