* Disfunción de los órganos
* Hígado
* Riñón
* Pulmón
* Corazón
* Cerebro
* Metástasis
* Enfermedad subaracnoidea, que afecta las dos capas internas que cubren el cerebro
* Trastorno convulsivo
* Desequilibrio de líquidos y electrolitos
* Hipercalcemia, que es un exceso de calcio en la sangre
* Deshidratación
* Falta de ingesta de líquidos por náuseas, vómitos o incapacidad para tragar
* Pérdida de líquido
* Diarrea
* Micción frecuente
* Hipervolemia
* Insuficiencia cardíaca
* Trastorno de la glucosa
* Hiperglucemia, que es un nivel alto de azúcar en sangre
* De diabetes que empeoró por tratamientos o en personas sin antecedentes de diabetes
* Hipoglucemia, que es un nivel muy bajo de azúcar en sangre
* Infección
* Falta de oxígeno en la sangre
* Trastorno cardíaco o pulmonar
* Coágulos de sangre en los pulmones.
Diagnosticar el delirio
Para determinar si un paciente está experimentando delirio, los médicos pueden realizar un examen físico y análisis de sangre. Además, realizarán un examen del estado mental mediante pruebas que controlan las habilidades motrices, la memoria y el nivel de atención. Es posible que su médico también recomiende otras pruebas, como gammagrafía cerebrales, en función de los resultados de las pruebas.
Control del delirio
El tratamiento más efectivo para el delirio es la comprensión y el tratamiento de la causa. El médico puede utilizar enfoques con fármacos y sin fármacos para controlar el delirio y a la vez mantener al paciente estable y seguro. Es importante trabajar con el equipo de atención médica para controlar los síntomas de delirio. Los siguientes consejos pueden ser útiles: