EL MUNDO DEL CUIDADOR 2 | Page 20

¿Qué podemos hacer?

Es necesario y en primer lugar, informar al psiquiatra para que ajuste el tratamiento y cerciorarnos de que la persona está tomando la medicación correctamente.

Manejo de las alucinaciones auditivas resistentes al tratamiento farmacológico

Transmitirle comprensión por el malestar que la vivencia puede producirle. “Debes sentirte muy mal. Si yo notara lo mismo que tu también me sentiría mal”. Ayudarle a identificar los momentos y situaciones en que se producen con más frecuencia. “He notado que las oyes más cuando estás en tu habitación”.

Manejo de las creencias delirantes

Manifestarle claramente que pensamos de otra forma pero sin discutir las razones. “Me parece muy improbable que Hacienda te esté investigando”. Transmitirle comprensión con el malestar que la persona puede sentir. “Entiendo que si crees eso, te sientas mal”. Valorar hasta qué punto la persona puede considerar la posibilidad de estar equivocado “si un alto responsable de Hacienda viniera y te dijera que no están interesados en ti ¿dejarías de creer que te persiguen?”. Intentar que la persona no dedique la mayor parte del tiempo a pensar en eso. Es conveniente animarlo a intentar centrarse en otras cosas que también sean importantes para él y procurar que su conversación gire en torno a temas diversos.

Confusión mental o delirio

El delirio es un trastorno de deterioro cognitivo, lo que significa que afecta el modo en que una persona piensa, recuerda y razona. Los signos primarios son cambios repentinos en la conciencia o el estado de alerta, como sentirse somnoliento o agitado.

Una persona con delirio puede experimentar confusión, desorientación, incapacidad para concentrarse, problemas de memoria o cambios en la percepción. Estos pueden incluir alucinaciones o la experimentación de eventos que en realidad no están sucediendo.

El delirio es el signo más frecuente de complicaciones médicas del cáncer o de su tratamiento que afecta el cerebro y la mente. Es un problema frecuente en las personas que tienen cáncer en etapa avanzada o en las que se encuentran en la etapa final de la vida. Debido a sus síntomas perturbadores, a menudo el delirio es muy estresante para el paciente y sus familiares.

Además, el delirio complica la capacidad del personal de atención médica de evaluar y

controlar otros síntomas de la persona.

También puede interferir con la capacidad de un paciente para recibir tratamientos del cáncer.