¨El Misterio de Belicena Villca¨
Prueba del Fuego Frío . Desde lo alto , la Diosa derrama torrentes de luz plateada sobre aquel cuadro . De pronto , procedentes del Bosque cercano , un grupo de bellísimas bailarinas se interpone entre los Elegidos y la Diosa Pyrena : traen el cuerpo desnudo de vestidos y sólo llevan objetos ornamentales , pulseras y anillos en manos y pies , collares y cintos de colores , aros de largos colgantes , cintas y apretadores en la frente , que dejan caer libremente el largo cabello . Vienen brincando al ritmo de una siringa y no se detienen en ningún momento sino que de inmediato se entregan a una danza frenética . Previamente , han practicado la libación ritual de un néctar afrodisíaco y por eso sus ojos están brillantes de deseo y sus gestos son insinuantes y lascivos : las caderas y los vientres se mueven sin cesar y pueden ser vistos , a cada instante , en mil posiciones diferentes ; los pechos firmes se agitan como palomas al vuelo y las bocas húmedas se abren anhelantes ; toda la danza es una irresistible invitación a los placeres del amor carnal .
Desde luego , el erotismo desplegado por las bailarinas tenía por objeto excitar sexualmente a los Elegidos , encender en ellos el Fuego Caliente de la pasión animal . Aquel baile era una supervivencia del antiguo Culto del Fuego y su culminación , en otras Épocas , hubiese derivado en una desenfrenada orgía . Pero la Reforma del Fuego Frío había cambiado las cosas y ahora se prohibía el ayuntamiento ritual y se exigía , en cambio , que los Elegidos experimentasen el Fuego Caliente en el corazón . Si algún Elegido carecía de fuerzas para rechazar el convite de las danzarinas podría unirse a ellas y gozar de un deleite jamás imaginado , mas eso no lo salvaría de la muerte pues luego sería asesinado en castigo por su debilidad . La actitud exigida a los Elegidos requería que permaneciesen inmutables hasta la conclusión de la danza , manteniendo la vista fija en el Rostro de la Diosa .
Regresemos a la escena . El volumen de la música fue en aumento y ahora es un coro de flautas y tambores el que acompaña los movimientos cadenciosos ; las bailarinas jadean , el baile se torna febril y la expresión erótica llega a su apogeo , tras ellas , la Sonrisa de la Diosa parece más irónica que nunca . Los Elegidos se concentran en Pyrena pero no pueden evitar percibir , como entre las brumas de un sueño , a las bailoteantes bellezas femeninas que los embriagan de pasión , que los arrastran inevitablemente a un cálido y sofocante abismo . Es entonces cuando se hace necesaria la intervención de la Diosa , cuando los Elegidos , con la voluntad enervada , solicitan en sus corazones el cumplimiento de Su Promesa . Y es entonces cuando , a una señal de los Hierofantes , la música cesa bruscamente , las bailarinas se retiran con rapidez , y los Ojos de la Diosa se abren para Mirar a Sus Elegidos . Como un latigazo , un estremecimiento de horror conmueve a los Elegidos : los Párpados han desaparecido y la Diosa los contempla desde las cuencas vacías , con Forma de Hoja de Manzano , de Sus Ojos . Ha comenzado la Prueba del Fuego Frío . Un Hierofante , con voz estruendosa , recita la fórmula ritual :
Oh Pyrena , Diosa de la Muerte Sonriente Tú que tienes la Morada Más Allá de las Estrellas ¡ Acércate a la Tierra de los Elegidos Que Por Ti Claman ! Oh Pyrena , Tú que antes Amabas con el Calor del Fuego a los Elegidos y después los Matabas ¡ Recuerda la Promesa ! ¡ Asesínalos primero con el Frío del Fuego , Para Amarlos luego en Tu Morada ! Oh Pyrena , ¡ Haz que Muera en Nosotros la Vida Cálida ! ¡ Haznos conocer a Kâlibur , la Muerte Fría de Tu Mirada ! ¡ Y Haznos Vivir en la Muerte Tu Vida Helada !
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