El Misterio de Belicena Villca El Misterio de Belicena Villca Edición 2017 | Page 371

¨El Misterio de Belicena Villca¨ Escudos de Provincias Argentinas Formosa Misiones Chaco Corrientes Santiago del Estero Entre Ríos ◊ LIBRO CUARTO “La Historia de Kurt Von Subermann” Capítulo I Corrían, corrían turbulentas las aguas y me arrastraban sin que pudiera evitarlo. Cerca, envuelta en un estruendo de ruido y espuma, la cascada absorbía torrentes de agua como una titánica garganta sedienta. Me acercaba al abismo rugiente, veía el borde, trataba de nadar inútilmente pero el agua me arrastraba. Al final caía de cabeza en el torrente. Era el fin. Me estrellaría en el fondo, contra afiladas rocas. Debía abrir los ojos. Debía abrir los ojos... Haciendo un esfuerzo supremo abrí los ojos, que fueron instantáneamente heridos por un resplandor terrible. Parpadeaba tratando de acostumbrar la vista al Sol, en tanto comprendía que me encontraba acostado en una habitación desconocida. Miraba como hipnotizado la ventana, ornada de blancos cortinados, mientras poco a poco se disipaban las brumas en que estaba envuelta mi conciencia. Lo primero que asumí fue el intenso dolor en la cabeza, más una especie de presión sobre el cuero cabelludo y la frente. Intenté llevar las manos a la cabeza y un nuevo dolor me punzó el sistema nervioso. Casi no podía mover los brazos, que estaban, ambos, vendados hasta el codo. El izquierdo era el más afectado y sensible, pues un pequeño movimiento parecía un suplicio; el derecho, igualmente dolorido, aparentaba estar en mejores condiciones. Con este último comprobé que un vendaje me cubría todo el cráneo hasta la frente. El movimiento fue 371