El Misterio de Belicena Villca El Misterio de Belicena Villca Edición 2017 | Page 209
¨El Misterio de Belicena Villca¨
efecto es buscado por el Enemigo, lo he dicho. Se verá luego cuál es el modo de evitarlo que
enseña la Sabiduría Hiperbórea.
Al mencionar, anteriormente, el principio hermético dije que todas las leyes del
macrocosmos se reflejan en leyes equivalentes del microcosmos. Pero “las leyes de la
naturaleza” del macrocosmos no son sino representaciones de un modelo matemático
originado en la mente humana, es decir, en el microcosmos, según he analizado. En el
proceso que da lugar a la “idea científica” de un fenómeno concurren elementos de dos
fuentes principales: los “principios matemáticos” y las “premisas culturales preeminentes”. Los
“principios matemáticos” son arquetípicos, provienen de estructuras psicológicas hereditarias:
cuando “aprendemos matemática”, por ejemplo, sólo actualizamos conscientemente un
número finito de sistemas formales que pertenecen al ámbito de la Cultura, pero los “principios
matemáticos” no son en verdad “aprendidos” sino “descubiertos” pues constituyen matrices
básicas de la estructura del cerebro. Las “premisas culturales preeminentes” surgen de la
totalidad de los elementos culturales, aprendidos a lo largo de la vida, que obran como
contenido de los sistemas de la estructura cultural y a los cuales acude el sujeto cultural para
formular los juicios.
La distinción que he hecho entre “principios matemáticos” y “premisas culturales
preeminentes”, como dos fuentes principales que intervienen en el acto mental de formular una
“ley de la naturaleza”, va a permitir exponer una de las tácticas más efectivas que emplea el
Creador para mantener a los hombres en la confusión y el modo cómo los Dioses Leales la
contrarrestan, induciendo carismáticamente a estos a descubrir y aplicar la “ley del cerco”. Por
eso he insistido tanto en el análisis: porque nos hallamos ante uno de los principios más
importantes de la Sabiduría Hiperbórea y, también, uno de los secretos mejor guardados por el
Enemigo.
Cuando se conoce el principio que dice “para la Sinarquía, la Cultura es un arma
estratégica” suele pensarse que el mismo se refiere a la “Cultura” como algo “externo”, propio
de la conducta del hombre en la sociedad y de la influencia que ésta ejerce sobre él. Este error
proviene de una incorrecta comprensión de la Sinarquía, a la cual se supone s