El Misterio de Belicena Villca El Misterio de Belicena Villca Edición 2017 | Page 134
¨El Misterio de Belicena Villca¨
–Sí, –afirmó el Abad de Claraval–. Durante la Cuaresma, antes de la Resurrección, los
penitentes reciben la ceniza, y el agua bendita, y se arrepienten de sus pecados, se confiesan,
y esperan la salvación en el Juicio Final, pero ellos no entienden que el Signo Abominable no
puede ser lavado de ese modo, a pesar que el Sacerdote les dice “acuérdate de que eres
polvo, y en polvo te vas a convertir”.
Aquí calló Bera, pero Birsa agregó: –¡El momento del triunfo de lo Creado sobre lo
Increado, del Ser sobre la Nada, de la Luz sobre las Tinieblas del Alma, está cerca! ¡Pronto la
Sinarquía será una realidad y la Humanidad quedará de rodillas ante el Poder del Pueblo
Elegido! Habrá llegado entonces el tiempo de ablandar al hombre para obligarlo a exhibir su
imperfección y su bestialidad, aquella maldad primordial que atesora en el fondo de su Alma.
Será el tiempo de reemplazar a la Serpiente del Paraíso por el Dragón de Sodoma
¡Recordad Sacerdotes que la Tentación de la Serpiente hunde al hombre en el pecado
pero deja intacta su función viril; y que el hombre viril siempre puede elevarse de la
miseria moral mediante la guerra y el heroísmo, y caer en poder de los Enemigos de la
Creación! El hombre viril, el Guerrero, el Héroe, retrasará la concreción del Holocausto Final:
y no bastarán para impedirlo, la masificación e igualación de la Humanidad a que la someterá
la Sinarquía del Pueblo Elegido, y los vicios y perversiones que en ella prosperarán por causa
de la Tentación de la Serpiente, si el hombre conserva su virilidad y logra convertirse en
Guerrero y en Héroe, si dispone de voluntad para rebelarse a los planes de la Fraternidad
Blanca, que es la Jerarquía de Jehová Elohim.
¡La Tentación de la Serpiente del Paraíso nada puede contra esa luciférica determinación
de Ser y Existir más allá de los Seres Creados por El Dios Uno: sólo el Dragón de Sodoma
tiene el Poder de quitar al hombre su virilidad; y sólo Nosotros, la Peste, sabemos
convocarlo! ¡Responded, Cohens: ¿cuál es el Emblema de Israel?!
Frente a la inesperada pregunta, Benjamín se apresuró a responder:
–Escrito está, por los Profetas, que el Emblema de Israel es la Paloma. “En pos de
Jehová marcharán los Hijos de Israel: El rugirá como un León, y ellos vendrán como una
Paloma”, dijo Oseas [Os. 7 y 11] pues Jehová había ordenado, por boca de Jeremías: “Israel,
sed como la Paloma que anida en el borde del abismo” [Jer. 48].
Prosiguió Birsa, satisfecho con la respuesta de Benjamín:
–¡No olvidéis jamás, Sacerdotes, que el Emblema de Israel es la Paloma, porque ese
símbolo señalará el Final de los Tiempos! Dije antes que el momento del triunfo está cerca,
que la Sinarquía del Pueblo Elegido pronto será instaurada: entonces el Emblema de Israel
será impuesto a los hombres y habrá llegado la oportunidad de Nuestra intervención. Así se
hará pues así lo ha decidido la Fraternidad Blanca y lo ha aprobado Melquisedec, el Supremo
Sacerdote: en todo el mundo, miles y miles de Sacerdotes, y partidarios de la Causa de Israel,
se embanderarán con su Emblema; sólo los hombres viriles se resistirán y buscarán escapar a
la masificación social por medio de la rebelión y la guerra: tratarán de fundar un Nuevo Orden
Moral basado en la Aristocracia de la Sangre, pero serán ahogados en su propia sangre; y
Nosotros responderemos al clamor de los que llevan por señal el Emblema de Israel; y
soltaremos entre los hombres al Dragón de Sodoma; y el hombre perderá su virilidad y se
ablandará, se tornará como mujer; aún cuando pueda procrear, su voluntad de luchar será
debilitada por un afeminamiento creciente que se extenderá a toda la Humanidad; perplejos,
muchos confundirán la moral sodomita con un producto de la alta civilización, pero en verdad
sucederá que el Corazón dominará a la Mente y enervará a la Voluntad; al Final, todos
acabarán aceptando el modo de vida sinárquico; y el hombre sustituirá al Águila por la Paloma,
a la Guerra por la Paz, al Riesgo heroico por la Comodidad pasiva. ¡Pero esa Paz de la
Paloma, que disfrutarán con la Sinarquía del Pueblo Elegido, será el camino más corto hacia el
Holocausto Final en el que serán sacrificados a Jehová Satanás, hacia el Océano de Lejía en
el que serán convertidos para lavar la Señal Abominable en la Piedra de Fuego! ¡Esta es la
“Peste” que la Maldición del Altísimo compromete para los que queden fuera de la Ley!
De inmediato, como si sus mentes estuviesen extrañamente sincronizadas, retomó la
palabra Bera:
–¡Sí, Sacerdotes! ¡Que sobrevenga la Sinarquía del Pueblo Elegido, que la Humanidad se
embandere con el Emblema de la Paloma, y Nosotros regresaremos a traer la Peste de la
Muerte Final, el Fuego Caliente y el Agua y la Sal del Cielo! ¡Pero seremos precedidos por el
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