El Misterio de Belicena Villca El Misterio de Belicena Villca Edición 2017 | Page 133

¨El Misterio de Belicena Villca¨ –¡La Vaca Roja es el Símbolo de la Humanidad consagrada a Jehová para el Sacrificio Ritual de la ceniza y la lejía, para la elaboración del agua lustral! ¡Jehová habló a Moisés y al Supremo Sacerdote Aarón y les impuso del deber de sacrificar la Vaca Roja de la Humanidad para purificar al Pueblo Elegido, deber que sería ley perpetua de Israel! ¡Recordadlo, Cohen! –“Habló Jehová a Moisés y Aarón diciéndoles: El que haya quemado la Vaca Roja lavará sus vestidos, bañará su cuerpo con agua y será impuro hasta la tarde. Un israelita puro recogerá las cenizas de la Vaca Roja y las depositará fuera del campamento en un lugar puro; y estarán a disposición de los hijos de Israel para preparar el agua lustral. Es un sacrificio por el pecado. El que recogió las cenizas de la Vaca Roja lavará sus vestidos y permanecerá impuro hasta la tarde. Será ésta una ley perpetua para los hijos de Israel y para el extranjero que mora entre ellos” [Números 19,9]. –Recordó sin error Benjamín. –¡Y con esa agua lustral, lejía sagrada surgida de la ceniza de la Vaca Roja de la Humanidad, Jehová instituyó el Ritual de la Purificación del Pueblo Elegido! ¡Reproducid el Ritual, Cohen! –“Habló Jehová a Moisés y Aarón diciéndoles: Para el israelita impuro se tomará ceniza de la víctima quemada en el sacrificio por el pecado, y se verterá sobre ella agua viva dentro de una vasija. Un israelita puro tomará un isopo, lo sumergirá en el agua lustral y rociará el Santuario de Jehová y todos los muebles y personas que allí hubiere” [Números 19,11]. –Declamó Benjamín sin dudar. –¿Y cómo se purifica luego Tamar, a quien había violado su hermano Amnón? –“Tamar se echó ceniza sobre su cabeza” [II Samuel 13,19] –se apresuró a replicar Benjamín. –¡Sólo la lejía lavará el Signo Abominable! ¡Para ese pecado no hay perdón ni redención posible fuera de la lejía: no bastan el arrepentimiento y la penitencia o la mortificación del traje de cilicio! ¡Sólo después de la aspersión con agua lustral, sobre la ceniza, se pondrá el penitente el traje de cilicio! ¡Tal como hizo el Pueblo Elegido al ser atacado por el asirio Holofernes, cuya cabeza fue cortada por la Divina Judit! Benjamín refirió la cita: –“Todos los israelitas invocaron con fervor a Jehová y se humillaron muy rendidamente ante él. Y todos los hombres de Israel y las mujeres y los niños, los que habitaban en Jerusalén, se postraron ante el santuario, cubrieron de ceniza sus cabezas, y se presentaron con cilicios ante el Señor. Incluso el Altar lo cubrieron de cenizas, y clamaron todos a una con fervor a Jehová” [Judit, 4,9]. –¡Ahora comprenderéis el significado de esta ley antigua! ¡Los Sabios de Sión, dijo Jeremías, han cubierto su cabeza de ceniza como signo de penitencia! ¡Y luego, el Profeta, con palabras de Jehová, habla a su Esposa, Israel Shekinah, y le advierte que no será fácil quitarse la mancha de la Infidelidad! Muy presto, Benjamín recitó la metáfora de Jeremías: –“La palabra de Jehová me fue dirigida en estos términos. Ve y grita a los oídos de Jerusalén lo siguiente: Desde antiguo quebraste tu yugo, tus coyundas has roto, diciendo: No quiero servir, cuando sobre toda colina elevada y bajo todo árbol frondoso te echabas como prostituta. Yo te había plantado como cepa escogida, toda ella de semilla genuina. ¿Cómo, pues, para mí te has cambiado en sarmientos silvestres de viña bastarda? Aunque te laves con nitro, y te eches cantidad de lejía, tu culpa sigue sucia ante mí –Oráculo de Jehová Sebaoth”– [Jeremías 2,20]. –¡El Cordero también ordenó al Pueblo Elegido arrepentirse en la ceniza y el cilicio, pero los Gentiles tomaron la prevención al pie de la letra y han supuesto que es sumamente sencillo quitarse la Señal Abominable; mas, para su impureza, no habrá otra purificación que convert