EL LLANO EN LLAMAS el-llano-en-llamas-de-juan-rulfo | Page 34

—Me vienes a buscar en la necesidá. Si estuvieras tranquilo te olvidarías de mí. Desde que tu madre murió me sentí solo; cuando murió tu hermana, más solo; cuando tú te fuiste vi que estaba ya solo pa siempre. Ora vienes y me quieres remover el sentimiento; pero no sabes que es más dificultoso resucitar un muerto que dar la vida de nuevo. Aprende algo. Andar por los caminos enseña mucho. Restriégate con tu propio estropajo, eso es lo que has de hacer. —¿Entonces no me los cuidará? —Ahi déjalos, nadie se muere de hambre. —Dígame si me guarda el encargo, no quiero irme sin estar seguro. —¿Cuántos son? —Pos nomás tres niños y dos niñas y la nuera,que está rejoven. —Rejodida, dirás. —Yo fui su primer marido. Era nueva. Es buena. Quiérala, padre. —¿Y cuándo volverás? —Pronto, padre. Nomás arrejunto el dinero y me regreso. Le pagaré al doble lo que usté haga por ellos. Déles de comer, es todo lo que le encomiendo. De los ranchos bajaba la gente a los pueblos; la gente de los pueblos se iba a las ciudades. En las ciudades la gente se perdía; se disolvía entre la gente. "¿No sabe ónde me darán trabajo?" "Sí, vete a Ciudá Juárez. Yo te paso por doscientos pesos. Busca a fulano de tal y dile que yo te mando. Nomás no se lo digas a nadie". "Está bien, señor, mañana se las traigo." —Oye, dicen que por Nonoalco necesitan gente pa la descarga de los trenes. —¿Y pagan? —Claro, a dos pesos la arroba. —¿De serio? Ayer descargué como una tonelada de plátanos detrás de la Mercé y me dieron lo que me comí. Resultó con que los había robado y no me pagaron nada, hasta me cusiliaron a los gendarmes. —Los ferrocarriles son serios. Es otra cosa. Ahi verás si te arriesgas. ¡Pero cómo no! 34