Enseñar a ser
y a convivir
Fotografía: @g_alfonsogarcia
Otra observación importante ante
los procesos realizados por el educador
social es el hecho de recordar la
esencia del ser humano y el hecho de
que cada persona es sumamente
diferente a la otra, por lo que cada
proceso es diferente y único, en el cual
no se debe forzar a un cambio, si no
conducirlo de manera que se haga por
parte del mismo sujeto de acción,
siendo nosotros y nosotras únicamente
un papel de guía y orientación ante su
camino frente al cambio. Tomando
siempre nuevas direcciones sin afectar
los procesos ya efectuados, o bien,
adaptándolos.
Hacemos visible lo que el sistema
esconde, hacemos que las personas
crean en su propio cambio sin afectar
de manera directa la intimidad del
mismo. No se ejerce un papel de
medias o salvador divino, pero si de
guía ante el cambio necesario para
mejorar siempre nuestra convivencia
como individuos.
Si la presencia del educador social se
merma en situaciones de crisis como
las que hoy vivimos, quizás no
perdamos el camino, pero
seguramente nos encontraremos
ciegos ante el cambio necesario e
inevitable .
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