EL LIBRO DE ENOC
Entonces dijo el Señor de los espíritus: «Tal es la sentencia y el juicio con
respecto a los poderosos, los reyes, los dignatarios y aquellos que
dominaron la tierra frente al Señor de los espíritus».
Capítulo 64
Después, vi otras figuras ocultas en ese lugar.
Escuché la voz de un ángel diciendo: «Éstos son los Vigilantes que
descendieron sobre la tierra y le revelaron a los humanos lo que era
secreto y los indujeron a pecar».
Capítulo 65
«En esos días Noé vio que la tierra estaba amenazada de ruina y que su
destrucción era inminente; y partió de allí y fue hasta los extremos de la
tierra; le gritó fuerte a su abuelo Enoc y le dijo tres veces con voz
amargada: “¡Escúchame, escúchame, escúchame!”.
Yo le dije: “Dime, ¿qué es lo que está pasando sobre la tierra para que
sufra tan grave apuro y tiemble? Quizá yo pereceré con ella”.
Tras esto hubo una gran sacudida sobre la tierra y luego una voz se hizo
oír desde el cielo y yo caí sobre mi rostro».
Y Enoc, mi abuelo vino, se mantuvo cerca de mí y me dijo: «¿Por qué me
has gritado con amargura y llanto?».
Después fue expedida un orden desde la presencia del Señor de los
espíritus sobre los que viven en la tierra, para que se cumpliera su ruina,
porque todos han conocido los misterios de los Vigilantes, toda la
violencia de los Satanes, todos sus poderes secretos, el poder de los
maleficios, el poder de los hechiceros y el poder de quienes funden
artículos de metal para toda la tierra: cómo la plata se produce del polvo
de la tierra, cómo el estaño se origina en la tierra, pero el plomo y el
bronce no son producidos por la tierra como la primera, sino que una
fuente los produce y hay un ángel prominente permanece allí.
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