EL LIBRO DE ENOC
“Sucederá en esos días que nadie será salvado ni por el oro ni por la plata
y nadie podrá escapar; no habrá hierro para la guerra, ni revestimiento
para corazas; el bronce será inútil, el estaño no será estimado y el plomo
será indeseable.
Capítulo 53
Mis ojos vieron allí un profundo valle con amplias entradas y todos los
que viven en los continentes, el mar y las islas le llevan regalos, presentes
y símbolos de honor, sin que ese profundo valle llegara a llenarse.
Sus manos perpetraron crímenes y los pecadores devoran todo lo que
producen con fatiga aquellos a quienes criminalmente oprimen; así los
pecadores serán destruidos ante el rostro del Señor de los espíritus,
serán desterrados de la faz de la tierra y perecerán para siempre. (Mi 3:2-
4)
Porque vi a todos los ángeles del castigo establecerse allí y preparar
todos los instrumentos de Satanás.
Y le pregunté al ángel de paz que iba conmigo: «¿Para qué preparan
esos instrumentos?». (Ap 16:14, 19:20, 20:7-10)
Me dijo: “Preparan eso para que los reyes y los poderosos de la tierra
puedan ser destruidos.
“Después de esto el Justo, el Elegido, hará aparecer la casa de su
congregación y desde entonces, ellos no serán estorbados más en
nombre del Señor de los espíritus.
“En presencia de su justicia, estas montañas no estarán más en la tierra,
las colinas se convertirán en fuentes de agua y los justos descansarán de
la opresión de los pecadores. (Mt 11:28)
Capítulo 54
Volví la mirada hacia otra parte de la tierra y vi allí un valle profundo con
fuego ardiente, y llevaron a los reyes y a los poderosos y comenzaron a
arrojarlos en este valle profundo.
55