EL LIBRO DE ENOC
Capítulo 20
He aquí los nombres de los santos ángeles que vigilan:
Uriel, uno de los santos ángeles, llamado el del trueno y el temblor;
Rafael, otro de los santos ángeles, el de los espíritus de los humanos;
Ra’u’el, otro de los santos ángeles, que se venga del mundo de las
luminarias;
Miguel, otro de los santos ángeles, encargados de la mejor parte de la
humanidad y del pueblo; (Dn 10:13,21, 12:1; Judas 9; Ap 12:7)
Sariel, otro de los santos ángeles, encargado de los espíritus de los hijos
de los hombres que pecan en espíritu; (Dn 8:16, 9:21; Lc 1:19,26) (Gn
3:24; Ex 25:18-22; Ez 10:4-5)
Gabriel; otro de los santos ángeles, encargado del paraíso, las serpientes
y los querubines;
Remeiel, otros de los santos ángeles, al que Dios ha encargado de los
resucitados. (Mt 28:2,5; Mc 16:5)
Capítulo 21
Después volví hasta donde todo era caótico; y allá vi algo horrible: no vi
ni cielo en lo alto ni tierra firme fundamentada, sino un sitio informe y
terrible.
Vi allí cuatro estrellas del cielo encadenadas que parecían grandes
montañas ardiendo como fuego.
Entonces pregunté: «¿Por qué pecado están encadenadas y por qué
motivo han sido arrojadas acá?».
Uriel el Vigilante y el Santo que estaba conmigo y me guiaba, me dijo:
“Enoc ¿por qué preguntas y te inquietas por la verdad?
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