EL LIBRO DE ENOC
Capítulo 14
Este es el libro de las palabras de la verdad y de la reprensión de los
Vigilantes que existen desde siempre según lo ordenó el Gran Santo en
el sueño que tuve.
En esta visión vi en mi sueño lo que digo ahora con la lengua de carne,
con el aliento de mi boca, que el Grande ha dado a los humanos para que
hablen con ella y para que comprendan en el corazón. Así como Dios ha
creado y destinado a los hijos de los hombres para que entiendan las
palabras de conocimiento, así me ha creado, hecho y destinado a mí para
que reprenda a los Vigilantes, a los hijos del cielo.
Vigilantes: yo escribí vuestra petición y en una visión se me reveló que
no será concedida nunca y que habrá juicio por decisión y decreto contra
vosotros, que a partir de ahora no volveréis al cielo y por todas las épocas
no subiréis, porque ha sido decretada la sentencia para encadenaros en
las prisiones de la tierra por toda la eternidad.
Pero antes veréis que todos vuestros seres queridos irán a la destrucción
con todos sus hijos y las riquezas de tus seres queridos y de sus hijos no
las disfrutaréis y ellos caerán en vuestra presencia por la espada de
destrucción.
Pues vuestra petición por ellos ni la petición por vosotros serán
concedidas. Continuaréis pidiendo y suplicando y mientras lloráis no
pronunciéis ni una palabra del texto que he escrito.
Esto me fue revelado en la visión: He aquí que las nubes me llamaban,
la neblina me gritaba y los relámpagos y truenos me apremiaban y me
despedían y en la visión los vientos me hacían volar, me levantaban en
lo alto, me llevaban y me entraban en los cielos.
Entré en ellos hasta que llegué al muro de un edificio construido con
piedras de granizo, rodeado y cercado completamente con lenguas de
fuego que comenzaron a asustarme. (Ac 2:3)
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