El Libro de A-mort El Libro de A-mort | Page 52

A-MORT A la mujer común le pueden seducir también cosas efímeras o superficiales, igual que al hombre, y las palabras engañadoras de galanteo que siempre susurran en su oído alimentan su vanidad y banalidad, pero a las mujeres divinas les excita el honor que alimenta su veneros; muchas mujeres tenían ese mismo efecto catártico hormonal con los discursos de Adolf Hitler, una de las revelaciones más fuertes en el a-mort original 52