El Librito Majorero nº28, Octubre 2016 | Page 6

6 Medio ambiente www.ellibrito.es La importancia de reconocer y gestionar nuestras emociones El miedo: una visión constructiva y transformadora Es una de las tres emociones primarias que experimentamos los seres humanos y que influyen de manera fundamental sobre nuestras experiencias. Forma parte de la biología humana y por lo tanto ya nacemos con él. Por Aga Umpiérrez Flores, terapeuta Gestalt, constelador familiar según el método de Bert Hellinger. [email protected] H ay tres emociones primarias o principales sobre las cuales se sustentan el resto de experiencias emocionales que podemos tener. Estas emociones primarias son el miedo, la rabia y la tristeza. Las llamamos primarias porque están vinculadas a nuestros cerebros más profundos: el cerebro reptiliano (el más profundo de todos) y el cerebro límbico y mamífero(1). Digamos que son emociones que ya traemos por nuestra biología desde la concepción. Son necesarias y fundamentales para vivir y sobrevivir. Dicho de otra manera, sin poder sentirlas no podemos vivir, porque perdemos el “interruptor” que activa el movimiento fisiológico. Como podemos intuir, estas emociones profundas son la base de cualquier experiencia emocional. Muchas veces los problemas surgen por la mala gestión que hacemos de esa información, ya sea por las creencias inculcadas, la educación, el juicio que nos hacen y nos hacemos por lo que sentimos, distorsionando muchas veces las respuestas y maneras de actuar que tenemos. Nuestra propuesta va encaminada a que entendamos que estas emociones son respuestas necesarias que nos vienen por biología y nos dan información valiosa. En este artículo vamos a centrarnos en la energía (la emoción es energía) del miedo. El ESPACIODANZA FUERTEVENTURA ESCUELA DE DANZA SECUNDINO ALONSO 36, PUERTO DEL ROSARIO TELF 652 171 562 [email protected] El grito, uno de los cuatro cuadros de Munch. miedo es una emoción que tiene como función alertarnos de algo en el entorno que pone en peligro nuestra supervivencia física. La diferencia que existe con los animales es que los humanos sentimos miedo también por una amenaza de muerte real o “metafórica”: miedo a perder la casa o el trabajo, miedo a que no nos quieran, miedo a lo que nos “vaya a decir tal o cual persona”, etc. Como vemos, es un miedo a perder algo. Además, a esto hay que añadirle la influencia que recibimos de toda la impregnación de miedo que nos hacen la familia, tutores, sociedad, etc, que en muchos casos condicionan nuestra manera de sentir y gestionar el miedo. A modo de metáfora,