El Librito Majorero nº 31 enero 2017 | Page 10

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camufla para ocultarse también de sus depredadores y para descansar o digerir alguna presa mayor que le requiera un periodo digestivo más alargado. Tan perfecto es su escondite que en una ocasión se ha observado a uno de estos animales enterrado bajo la arena, en el mismo lugar y sin moverse 1 mm, a lo largo de 21 días.
El angelote es un tiburón que tiene sus pequeños secretos. Ya hemos visto que es un perfecto depredador de emboscada con hábitos de caza más nocturnos que diurnos, siendo particularmente activo en los cambios de luminosidad, es decir, principalmente al anochecer y al amanecer. Asimismo, se han observado y registrado episodios de caza por emboscada durante el día. Por la noche también puede utilizar otra técnica que llamamos de prospección. Esta técnica de caza es bastante más rápida pero igualmente difícil de observar. Se trata de una actividad basada en
nadar sobre el fondo deslizando la punta de una u otra aleta pectoral sobre la arena, donde a veces se ocultan algunos peces pequeños; ese rozar muy ligero de la aleta en la arena hace que los peces más incautos salten justo por delante de su boca, facilitándole así ingerir su“ cena” en plena y perfecta natación.
Mirar bajo el mar con unas gafas de natación o de buceo o, aún mejor, poder sumergirse en las aguas de Canarias y descubrir el encanto de estos maravillosos y raros tiburones ángel, es un privilegio que todas las personas defensoras del medio ambiente deberían un día probar. El angelote( Squatina squatina) es hoy probablemente el más importante tesoro del reino animal que se puede encontrar en Canarias y disfrutar con total seguridad.