El jugador - Fedor Dostoiewski
-¿Cuándo he pensado en comprarla con dinero? -grité.
-Se le ha ido la lengua y ha perdido el hilo. Si no comprarme a
mí misma, sí piensa comprar mi respeto con dinero.
-¡Que no, de ningún modo! Ya le he dicho que me cuesta trabajo
explicarme. Usted me abruma. No se enfade con mi cháchara.
Usted comprende por qué no Vale la pena enojarse conmigo:
estoy sencillamente loco. Pero, por otra parte, me da lo mismo
que se enfade usted. Allá arriba, en mi cuchitril, me basta sólo
recorda "R