El-insomnio-de-Oriana teaser | Page 28

«Lorenzo, eres un sol», me habían dicho al principio. Con el tiempo, descubrían que yo no era perfecto. ¿Tenía yo la culpa de que me idealizaran al principio? Al final, les parecía irritante que encendiera demasiadas luces o era pesado con salir a pasear. Luego, volvían buscando el calor que desprendo y a mí me ya daba igual. Yo nunca tengo frío. Cuando las cosas se ponían difíciles, intentaba esforzarme por que todo fuera mejor, hasta que acababa quemándome. No tengo la paciencia para esperar a que todo se arregle. Tampoco hablaba de cómo me sentía yo en cuanto a ello, porque no le veía remedio. Ni quería vérselo. A los pocos meses, me apagaba. Ellas lloraban tanto... Parecían tan humanas que me planteaba si yo seguía siéndolo. Incluso empecé a tener miedo de que mi cabeza funcionase con un fusible que saltaba y desconectaba lo necesario para que no sintiera dolor. Temo no poder pararlo cuando quiera volver a querer a alguien de verdad. El amor es difícil, lo sé. Fíjate que hay gente que se lanza al olvido, con lo duro que es, antes que seguir con la persona que ama. Sin embargo, del amor también puede salir lo más bonito del mundo, que, para mí, es tener una familia. Siempre he querido tener una, aunque nunca antes haya sabido qué era eso. Por fin, acaba mi jornada de trabajo y puedo quitarme el uniforme para volver a casa. Me fijo en todos a la salida, con sus ropas de calle. Sin disfraces. Son bastante humildes y aun así no me dan confianza. Nunca le contaría a nadie hacia dónde pueden converger mis pensamientos en una mañana aburrida de trabajo. ¿Alguien lo entendería sin pedirme que me calme? No quiero hacerlo. Esta es mi personalidad y eso de «tranquilízate» solo demuestra lo poco que yo puedo gustarle a alguien. 28