El HOSPITAL - REVISTA® Apr. 2014 | Page 6

3 2 1 ARTROPLASTIA DE RODILLA Por JzeFer.-, Jefe de Traumatología de El Hospital Es uno de los procedimientos quirúrgicos con mayor éxito en el campo de la cirugía ortopédica. En la actualidad, se describe que cerca del 95% de las prótesis totales de rodilla sobreviven más de 10 años: 2-10 la intervención quirúrgica ofrece a individuos con limitada capacidad funcional para la deambulación, la oportunidad de obtener un estilo de vida independiente, libre de dolor y altamente funcional. La mayoría de los pacientes sometidos a un reemplazo total de rodilla son individuos mayores de 65 años de edad, y afectados por diversas formas de patología articular. La osteoartritis y la artritis reumatoide, son las dos afecciones que alteran con más frecuencia el adecuado funcionamiento de la articulación de la rodilla. Las de tipo artrítico, por ejemplo, son primariamente responsables de la destrucción del cartílago articular y constituyen la fuente de inflamación, deformidad, disminución de la función y dolor. La osteoartritis (figura 1) produce desgaste gradual del cartílago articular y se encuentra relacionada con múltiples factores: edad, herencia, traumatismo previo y lesiones articulares repetitivas. Cabe destacar que la artritis reumatoide es una enfermedad de carácter inflamatorio: destruye rápidamente el cartílago articular y su presentación no depende de la edad del individuo al que afecta. Cuando el cartílago articular se destruye, la protección y lubricación que éste proporciona a las superficies de contacto se pierde. Esto origina roce entre las superficies óseas, desencadenando el dolor que predomina con la bipedestación. JzeFer.- es el Jefe de Traumatología desde 2012, y recientemente fue nombrado Director Médico. Indicaciones: El reemplazo total de rodilla tiene como finalidad aliviar el dolor, recobrar el rango de movimiento, la estabilidad y corregir deformidades en las rodillas afectadas. El procedimiento está indicado en pacientes con artritis u osteoartritis que cursan con dolor (destrucción del cartílago articular), con o sin deformidad y para aquellos cuya respuesta al tratamiento conservador (terapia con antinflamatorios no esteroideos por seis o más meses, uso de bastones u otro implemento de apoyo y terapia física) no ha sido satisfactoria. En la mayor parte de los casos el dolor es continuo, generando consecuentemente dificultad para deambular, subir y bajar escalones, así como limitación para entrar o salir de un vehículo. El dolor tiende a ser episódico, con periodos de exacerbación nocturna que impiden la conciliación del sueño.