EL HIJO DEL VIENTO El Hijo del Viento - Henning Mankell | Page 194

Edman sonrió y le explicó: —A este lado está Simrishamn; y a este, Ystad. A este, Trelleborg. A ese otro, Malmö. Tienes el mar a tu alrededor, como una herradura. Al este, al sur y al oeste. Aunque no al norte. Allí solo hay bosques. Tal y como Daniel esperaba, no preguntaron el porqué de su interés por el mar. Recogieron sus cosas y abrieron la puerta de la habitación dónde el doctor Madsen esperaba en compañía de Edvin y Alma. —Espero que con cinco riksdaler sea suficiente —dijo el doctor Madsen dejando un billete sobre la mesa. Edvin asintió. —Más que suficiente. Alma y él acompañaron a los tres hombres hasta el carruaje que los aguardaba. Daniel seguía en la cocina. Cerró los ojos y crey ó oír el rumor de las olas. Ya sabía en qué dirección no debía ir.