El Gúegüence El Gueguence como manifestación lúdica sincrética | Page 8

El Güegüence como manifestación Lúdica Sincrética Las celebraciones se llevan a una alta inversión de alegría; el granero, la plaza o el mismo campo son el centro de reunión; con todo, la contribución más alta la da la tierra: las flores, las viandas, el vino.11 Estos acontecimientos traían a los núcleos de población diferentes tipos de espectáculos populares, atracciones y la oportunidad de participar en danzas y bailes con fuertes vestigios de un pasado indígena y que a la vista gorda de las autoridades religiosas les permitían ciertas licencias bajo la apariencia de “inocentes” bailes. Asimismo estos breves periodos permitían a la masa encontrar una catarsis a sus miserables vidas dedicas a las labores más serviles y tediosas de su cotidiano acontecer. Mas adelante se profundiza en el tema que dará una mayor perspectiva del sincretismo a los ojos del lector. LAS FIESTAS POPULARES EN LA NUEVA ESPAÑA Antes de ver de entrar de lleno al tema del Güegüence, se debe hacer un análisis de las fiestas en la época colonial su sentido y su entorno socioeconómico y político social que permita al lector situarse en el entorno sociocultural de la época y así poder de una manera más objetiva y comprensible aproximarse a una interpretación lo más apegada posible de los sentidos lúdica de la obra por un lado, así como de la sátira acometida contra las autoridades a quienes caricaturiza, mediante un código entendible para aquellas personas que poseen la manera de decodificarlo e interiorizarlo. Las Fiestas retratan con fidelidad con caras alegres y con caras trascendentes o espirituales o pragmáticas comerciales o incluso con exceso y drama. Reflejan el mestizaje, donde todo el panteón prehispánico e hispano encontró equivalencias y a veces hasta similitudes. Las fiestas de cronología y dogma católicos tienen una liturgia impregnada de ingenuo, "paganismo", proveniente de tiempos anteriores al s. XVI. Caso ejemplar son los Días de Muertos. 11 Ibiden Lic. Francisco M. Zamorano Casal