El Gúegüence El Gueguence como manifestación lúdica sincrética | Page 7

El Güegüence como manifestación Lúdica Sincrética poder entender de una mejor manera la importancia de la Fiesta Patronal como espacio no solamente lúdico, sino como espacio de expresión de las clases trabajadores dadas sus características esenciales abiertas como ocultas y sincréticas. Era común que las clases ociosas dedicaran su tiempo a la lectura, la caza, escuchar música, la práctica de deportes (sobre todo aquellos derivados de las artes castrenses), banquetes y reuniones de carácter social, bailes, celebraciones de carácter religioso, algunos viajes y días de campo, acoger a los juglares de paso, organizar peleas de animales, algunos juegos de mesa y de suerte (dados, ajedrez), hacerse sangrías con sanguijuelas, cortejar damas y doncellas, etc.9 Han llegado también hasta nuestros días escritos que describen la asistencia a espectáculos “cultos” y otros más profanos como circos y corridas de toros. Mientras que para la clase trabajadora, no sólo bastaba la pesada rutina cotidiana dedicada de una u otra manera a la labor tequiosa de largas jornadas, sino que para ellos el concepto de ocio o de recreación no existía prácticamente. “… en compañía de los suyos sobrelleva la jornada y disfruta del descanso; de tal manera influye el trabajo en su vida, que la esfera laboral se funde con la familia. El empleo del tiempo se rige por los tiempos biológicos. El ciclo agrícola ordena el trabajo y descanso en periodos consecuentes. El tiempo Libre varía conforme a las estaciones del año y las distintas fases laborales que se suceden”. 10 Es importante recordar el sentido ecléctico del tiempo, donde este se sustentaba como es sabido en los ciclos naturales, día-noche, ciclo lunar, lluvias-estiaje, siembra-vendimia. Este punto es importante, pues para el labriego y jornalero, no existía el concepto de tiempo libre, para estos personajes sólo existían los periodos de solaz y de paro que significaban las Fiestas Patronales y las ceremonias y festividades de índole religioso. La música y la danza populares integran el contenido del ocio; tienen por tema las diferentes tareas y la llegada de las estaciones. El trabajo colectivo impone diversiones y descansos de la misma índole. Durante la recolección, por ejemplo, hombres y mujeres conversan animadamente o cantan, y a su conclusión la cosecha siempre es motivo de fiesta. Todas las actividades folclóricas se encuadran en el género de vida. 9 González Llaca, Edmundo, op cit, p. 34 Ibiden 10 Lic. Francisco M. Zamorano Casal