el-Fausto-la-bruja-y-la-formula-para-no-morir TEASER | Page 14

14 Carme Arrufat y Octavi Piulats
cuatro o cinco pasos, aprovecha la puerta entornada para entrar en la casa.
Cuando Mr. Peter levanta la cabeza de su escritorio, se encuentra ya encañonado por el falso trabajador que acaba de entrar en su despacho. Una voz de acero le pregunta.—¿ Es usted Mr. Peter Dawson?—¿ Quién es usted? – tartamudea Mr. Peter al ver el cañón del silenciador.— Usted tiene una edición del Fausto de Goethe que nos pertenece. ¿ Tendría la amabilidad de entregármela?—¿ Qué significa esto?— No tiene mucho tiempo. Mr. Peter intenta levantarse de la mesa, con tan mala fortuna que derriba la lamparilla de sobremesa cerca del visitante. Creyendo que se trata de una estratagema, el intruso le asesta, cerca del corazón, una herida con un estilete.
Mientras Mr. Peter cae sobre su silla, el extraño visitante abre frenéticamente los cajones del despacho. Al no encontrar nada de lo que busca en ellos, se dirige a las estanterías de la biblioteca y trata de localizar por la letra ge algún libro antiguo. De repente, ve unas llaves sobre la mesa del escritorio y considera que son las del piso de Mr. Peter. Tendrá que registrar su apartamento.
No puede permanecer más tiempo en el despacho, ya que en cualquier momento aparecerá alguien. Tras guardarse los guantes en el bolsillo, el seudoempleado abandona el servicio de documentación.
*
El taxi la deja en la entrada principal del zoo de Glasgow. Entra con paso firme en el zoo que se apresta a cerrar.