El Enfoque por Competencias en las Ciencias Básicas Ebook | Page 290
MGR. ING. URIEL R. CUKIERMAN · ING. GUILLERMO C. KALOCAI
El concepto de competencias ha sido objeto de discusiones y controversias vincula-
do particularmente al posicionamiento epistemológico desde el que se las conceptualiza.
Generalmente se liga su origen al mundo del trabajo y dentro de las explicaciones que,
respecto del aprendizaje, otorga la teoría conductista.
Se asume aquí la idea de que las competencias se desarrollan, se aprenden por decirlo
de alguna manera, por lo tanto son las prácticas de la enseñanza y de evaluación las que
definirán si éstas son producto de modelos conductistas o, por el contrario, son construccio-
nes que empoderan a los futuros profesionales universitarios para que les permita cumplir
con las demandas laborales, tales como la resolución de problemas, la creatividad y otros
procesos cognoscitivos que requieren las organizaciones. Al respecto resulta pertinente
mencionar los aportes de Elisa Lucarelli [3] cuando hace referencia a la innovación en las
prácticas académicas universitarias sosteniendo que la misma adquiere su significado en
función de cuál es la perspectiva teórica valorativa en la que se inscribe.
Las competencias profesionales que se consideren pertinentes y las decisiones y je-
rarquizaciones que, desde la perspectiva docente se valoren, marcarán fuertemente las
prácticas pedagógicas y las mediaciones didácticas desde las que los docentes desarrollen
sus estrategias de enseñanza y evaluación y, en consecuencia, los juicios y valores que
marcarán a la formación profesional. La movilización de determinados recursos cognitivos,
los propósitos de enseñanza, la selección de contenidos, las estrategias de evaluación y las
experiencias cotidianas a las que se sometan los estudiantes en sus trayectos formativos dan
cuenta del perfil profesional que se decida y la trama de las competencias que desarrolle
el futuro profesional. Desde una perspectiva integradora se afirma que las competencias
son las habilidades o capacidades para efectuar tareas o enfrentarse a situaciones diver-
sas de manera adecuada en un contexto determinado, movilizando actitudes, destrezas
y conocimientos. Las competencias tienen componentes actitudinales, procedimentales y
cognoscitivos y no son en sí mismas conductistas o constructivistas, sino que son los pro-
cedimientos didácticos los que conformarán, a través de los modos de enseñar y evaluar,
los paradigmas del aprender.
Por ejemplo, el modelo didáctico por objetivos, que ha recibido críticas relevantes, es
visto como un modo de enseñar y aprender ligado a prácticas controladoras y reguladoras
de los aprendizajes, valorando los resultados más que los procesos y desligándose de la
enseñanza de procedimientos y actitudes. Esta concepción, en la formación profesional,
valora lo que el sujeto logra en términos de conocimientos prioritariamente, por eso desliga
o divorcia la teoría de la práctica. Y, si bien se considera que las competencias requieren,
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