El diario de Anna Frank | Page 58

Gentileza de El Trauko http://go.to/trauko El Cartón Hotel está en ruinas; dos aviones ingleses, con un pesado cargamento de bombas incendiarias, atacaron el Offiziersheim3, pegando fuego a todo el inmueble de la esquina. Se acabó el descanso por la noche; tengo unas ojeras enormes por falta de sueño. Nuestra alimentación es abominable. Desayuno: pan duro y sucedáneo de café. Comida: espinaca o lechugas, desde hace quince días. Las patatas, de 30 centímetros de largo, son dulzonas y saben a podrido. ¡Quienes deseen adelgazar no tienen más que hacerse pensionistas del anexo! Nuestros vecinos no dejan de lamentarse, pero nosotros tomamos la situación no tan a lo trágico. Todos los hombres que hayan sido movilizados o que hayan combatido en 1940 son llamados con el fin de trabajar para der Führer como prisioneros de guerra. ¡Una medida más, sin duda, contra la invasión! Tuya, ANA Sábado 1° de mayo de 1943 Querida Kitty: Si me pongo a pensar en la forma en que vivimos aquí, llego casi siempre a la misma conclusión: comparados con los judíos que no están escondidos, nosotros debemos considerarnos en el paraíso. Sin embargo, más tarde, cuando todo retorne a la normalidad y habitemos, como antes, nuestra casa decentemente arreglada, no podré dejar de asombrarme al recordar hasta qué punto hemos descendido. Esto en lo que concierne a nuestra manera de vivir. Por ejemplo, desde que estamos aquí utilizamos el mismo hule, que ya no puede llamarse limpio después de un uso tan prolongado. Trato a menudo de frotarlo con un estropajo, pero éste tiene más agujeros que tela. Por mucho que se lave y jabone la mesa nunca se logra nada satisfactorio. Durante todo el