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E L D IARIO DE A NA F RANK
Querida Kitty:
El hecho de que no haya vuelto a mencionar nuestros
altercados, no significa que éstos hayan disminuido. Poco después
de su llegada, el señor Dussel se mostró muy afectado por las
peleas continuas, pero ahora ha empezado a acostumbrarse,
abandonando todo esfuerzo por arreglar las cosas.
Margot y Peter son tan aburridos y fastidiosos, que no se los
debería incluir entre los «jóvenes». Yo sirvo de contraste y oigo a
cada momento:
- ¡Margot y Peter no harían eso! ¿Por qué no sigues su ejemplo?
Me sacuden los nervios.
Te confieso que no tengo ninguna gana de ser como Margot;
ella, para mi gusto, es demasiado indiferente y tornadiza; es la
primera que cede en una conversación, y está siempre de acuerdo
con quien dice la última palabra. Yo, por mi parte, quiero ser más
firme de espíritu. Pero estas tonterías me las guardo para mí. Se
burlarían si las utilizara como defensa.
En la mesa, la atmósfera es muy tensa la mayoría de las veces.
Por suerte, los estallidos son interrumpidos en ocasiones por los
«comedores de sopa», es decir, por los pocos iniciados de la oficina
que vienen a visitarnos y son convidados con un plato de sopa.
Esta tarde, el señor Van Daan ha hecho notar, una vez más,
que Margot come muy poco.
-Sin duda, para mantener la línea -agregó en tono hiriente.
Tomando la defensa de Margot, como de costumbre, mamá
dijo en alta voz:
-No puedo seguir soportando sus estúpidas observaciones.
El señor Van Daan enrojeció, miró fijamente por un segundo,
y se calló. A veces suceden cosas graciosas: pocos días atrás, la
señora Van Daan se había exaltado a propósito de sus recuerdos
de juventud: lograba engañar a su padre, había tenido muchos
pretendientes, etcétera.
-Y, ¿saben ustedes? -prosiguió-, mi padre me aconsejó que
dijera a un caballero que se estaba volviendo demasiado
intempestivo: «; Señor, no olvide usted que soy una dama!
Nos echamos a reír a carcajadas.
Aunque por lo común tan callado, también Peter suele
provocar nuestra hilaridad. Siente pasión por las palabras
extranjeras, aun cuando no siempre conozca su significado. Una
tarde se prohibió usar el lavatorio porque había visitas en la oficina.
Pero Peter estaba apurado, así que no apretó la descarga. Para
prevenirnos, dejó una nota en la puerta: «S. V. P. gas». Por supuesto,
lo que quería decir era: «Cuidado con el gas», pero pensó que las
iniciales quedaban más elegantes. No tenía la más remota idea de
que querían decir «por favor».
Tuya,
ANA
Sábado 27 de febrero de 1943
Querida Kitty:
Pim espera una invasión aliada de un día a otro. Churchill
tuvo una pulmonía, de la que se restablece lentamente. En la India,
Ghandi demuestra, una vez más, su amor por la libertad haciendo
huelga de hambre.
La señora Van Daan pretende ser fatalista. Pero ¿quién es la
más chillona durante los bombardeos? Nadie más que Petronella.
Henk nos ha traído el sermón impreso por los obispos y
distribuido entre los fieles de la iglesia. Es magnífico y está muy
bien escrito: «Holandeses, no descanséis, todos están luchando
con sus propias armas, por la libertad de la patria, del pueblo y de
la religión. Ayudad, sed generosos, y no desfallezcáis». ¡Y eso viene
del púlpito! ¿Servirá de algo? Nuestros correligionarios,
seguramente no podrán ser ayudados.
No te imaginas lo que ha sucedido. El propietario vendió
© Pehuén Editores, 2001.
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