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E L D IARIO DE A NA F RANK
El anexo es un volcán en erupción. ¿Se acerca de veras esa
libertad tan largamente esperada? Esa libertad de la que tanto se
ha hablado, ¿no es demasiado hermosa, parecida a un cuento de
hadas, para que se transforme en realidad? Este año, 1944, ¿ va a
darnos la victoria? Aún no lo sabemos, pero la esperanza nos
hace renacer, nos devuelve el valor, nos restituye las fuerzas. Porque
va a ser necesario soportar valerosamente muchas angustias,
privaciones y sufrimientos. Se trata de permanecer tranquilos y
de resistir. A partir de ahora, y más que nunca, tendremos que
hundirnos las uñas en la carne antes que gritar. Es el momento
para Francia, Rusia, Italia y también Alemania de hacer oír su
miseria; en cuanto a nosotros, aún no tenemos ese derecho.
¡Oh, Kitty! Lo más hermoso de la invasión es la idea de que
podré reunirme con mis amigos. Después de haber tenido el
cuchillo en la garganta, de haber estado durante tanto tiempo
oprimidos por esos horribles alemanes, no podemos menos que
sentirnos rebosantes de confianza, al pensar en la salvación y en
los amigos.
Ya no se trata de judíos. Ahora se trata de toda Holanda y de
toda Europa ocupada. Margot dice que quizá yo no pueda ir a la
escuela en septiembre o en octubre.
Tuya,
ANA
P.D. Te mantendré informada de las últimas noticias.
En la noche y en la mañana siguiente los aliados lanzaron maniquíes llenos de
explosivos tras las líneas alemanas. También grandes contingentes de paracaidistas,
pintados de negro como medio de camuflaje. A las siete de la mañana arribaron las
primeras lanchas de desembarco. Por la noche se habían lanzado 5 millones de kg. de
bombas sobre ese sector costero. Hoy actuaron veinte mil aviones. Al producirse el
desembarco mismo, las baterías alemanas ya estaban definitivamente silenciadas. Se
logró construir una pequeña cabeza de puente.
Todo va bien, a pesar de lo malo del tiempo. El ejército aliado y los pueblos ocupados
son one will and one hope*.
*Una sola voluntad y una sola esperanza. (N. del T.).
Viernes 9 de junio de 1944
Querida Kitty:
La invasión sigue viento en popa. Los aliados están en Bayeux,
un pequeño puerto de la costa francesa, y se lucha por Caen. El
objetivo estratégico consiste en rodear la aislada Cherburgo. Todas
las noches, las transmisiones de los corresponsales de guerra
hablan de las dificultades, el valor y el entusiasmo del ejército,
citando ejemplos de los más increíbles. Algunos heridos, de regreso
en Inglaterra, han hablado también ante el micrófono. La R.A.F.
no interrumpe sus vuelos, pese al mal tiempo. Hemos sabido por
la B.B.C. que Churchill quería participar con sus hombres en el
desembarco, pero tuvo que abandonar su proyecto por consejo
de Eisenhower y otros generales. ¡Qué coraje para un anciano
que debe de tener cerca de setenta años!
Aquí nos hemos repuesto un poco de la emoción, pero
confiamos en que la guerra termine antes de fin de año. ¡Ya es
hora! La señora Van Daan nos aburre con sus tonterías; ahora
que no puede volvernos locos con el tema de la invasión, la
emprende con el mal tiempo todo el santo día. ¡Habría que meterla
en una tina llena de agua fría!
Todos los habitantes del anexo, excepto Van Daan y Peter,
han leído la trilogía Rapsodia húngara, que trata sobre la vida del
compositor, músico eximio y niño prodigio que fue Franz Liszt.
Es un libro muy interesante, pero opino que en él se habla
demasiado de mujeres. En su tiempo, Liszt fue no sólo el más
grande y famoso pianista, sino también el mayor don Juan... hasta
la edad de setenta años. Vivió con la duquesa Marie dAgould, la
princesa Carolina Sayn-Wittgenstein, la bailarina Lola Montez, la
pianista Agnes Kingworth, la pianista Sophie Menter, la princesa
Olga Janina, la baronesa Olga Meyendorff, la actriz Lilla no-sé-
cuanto, etc., etc.; la lista es interminable. Las partes del libro que
tratan sobre música y arte son mucho más interesantes. Se
menciona a Schuman, Clara Wieck, Héctor Berlioz, Johannes
© Pehuén Editores, 2001.
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