EL CUADERNO DE LA ORACIÓN 0_EL CUADERNO DE LA ORACION (1) | Page 38

asombro... No era una lista de compra: era una oración que decía: "Querido Señor, tú conoces mis necesidades y yo voy a dejar esto en tus manos". El dueño de la tienda le dio los comestibles que había reunido y quedó allí en silencio. La mujer le agradeció y abandonó su tienda. El cliente le entregó un billete de $ 5O al dueño y le dijo: "Valió cada centavo de este billete". Sólo Dios sabe cuánto pesa una oración.