El Corán y el Termotanque | Sexto número Año 2, número 6 | Page 32

UNA ESTACIÓN

IMPROPIA

Por Javier Núñez Ilustra Facundo Vitiello

Paro el auto a la sombra y abro el baúl para bajar las bolsas del mercado . Laura trabaja en las flores del jardín . Si no estamos en el fondo haciendo dulces caseros o cerveza artesanal para los turistas que van hacia las montañas y cada tanto paran por acá , se la pasa en el jardín . Seguro insiste con las gardenias , que se resisten a florecer no importa cuánto lo intente . Cargo todas las bolsas que puedo para hacer menos viajes , aunque el peso me obliga a balancear el cuerpo en cada paso . Cuando me ve se incorpora y se frota las manos en la falda del delantal . — Llevá menos bolsas que se te van a caer . No le hago caso . Un día puede pasar . Y ese día , aunque para entonces yo haya hecho setecientos o dos mil quinientos viajes sin que se cumplieran sus augurios de desastre , va a decir que me lo advirtió . Viste que tenía razón , me va a decir . Pero no insiste : sigue hacia el auto y su cabeza desaparece detrás del baúl abierto . — Dejá , dejá que lleve estas y ahora busco las demás . No quiero que haga ningún esfuerzo . Ninguno . La otra vez los médicos dijeron que eso no tuvo nada que ver . Que no es común en embarazos avanzados y sin complicaciones , pero que a veces pasa y ni siquiera se llega a saber por qué . Igual extremamos los recaudos . O lo hago yo . Ella se aferra a esta casa y al jardín como si las causas hubieran estado en la ciudad en la que solíamos vivir . O en la civilización . Como si ahora , sólo por el hecho de estar acá , fuera a ser distinto . O como si ella pudiera hacer que fuera distinto . —¿ Trajiste azufre ? ¿ Le dijiste lo del ph del suelo ? — Sí . Está por ahí —, le digo de lejos . Dejo las bolsas en la mesa de la cocina y vuelvo al auto —. Dice que no está seguro de que funcione . Que no son flores para estas temperaturas . A lo mejor tendrías que probar con otra variedad que se adapte mejor .

Ella me habla del parque General San Martín de Mendoza . Del terremoto a fines del siglo xix , de los problemas sanitarios que asolaban a la ciudad y del proyecto de forestación para poblar el oeste de la ciudad durante el proceso de reconstrucción . Más de trescientas hectáreas , dice , abriendo los brazos como si con ese gesto me ayudara a calcular . Pero el mayor desafío , continúa , no fue superar los conflictos que se desataron a raíz de la inversión económica que significaba un proyecto de esa magnitud en una ciudad casi en ruinas ni el trazado de caminos ni emparejar la superficie . El verda-
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