El Combatiente N° 2 Octubre 2019 Octubre 2019 | Page 5
Ante el fallido intento de contactar a Cecilia Jarpa el jueves 3 de octubre en un supermercado al
cual acude Carmen Castillo, esperando un tiempo producte al enlace de Miguel. La joven había sido
detenida al momento de cobraba su sueldo en el hospital donde trabajaba. La Dina logró aquel dato
de un detenido en Ollagüe.
Esa tarde, los agentes al mando del teniente de ejército Fernando Laureani Maturana arrestaron en
su casa a Jorge Elías Andrónico Antequera y a Luis Francisco González Manríquez. En la vivienda
instalaron una ratonera y pocas horas después cayó Juan Carlos Andrónico Antequera. Los tres mi-
ristas formaban parte de un grupo de técnicos electrónicos que estaban montando una radio clan-
destina y trabajaban ligados a Humberto Sotomayor.
Miguel determina acudir personalmente al punto establecido con Cecilia Jarpa. Cerca del mediodía
del 4 de octubre, Miguel Enríquez y Humberto Sotomayor, a bordo del Fiat 125 blanco, transitaron
hacia el oriente por el lugar de la cita con Cecilia Jarpa. Todo parecía normal. Al llegar al Estadio
Nacional sector de la Villa Olímpica, en un paradero de microbuses junto a la piscina Mund dieron
media vuelta y tomaron la avenida Grecia en sentido inverso. Pasaron por segunda vez por el punto
de contacto y Sotomayor tocó la bocina. Enríquez le hizo un gesto a Cecilia Jarpa. La joven comenzó
a mirar nerviosamente de izquierda a derecha. Algo anormal ocurría. De pronto, detrás de ella, apa-
reció un hombre armado que empezó a disparar a los miristas. Raúl Romo y los agentes de las Bri-
gada Halcón, de la Dina, bajaban de una camioneta. Miguel Enríquez extrajo un revólver 38 y repelió
el ataque. Sotomayor aceleró a fondo y huyó del lugar. Minutos después ocultaron el vehículo en un
garaje del sector norte de Santiago y volvieron a la casa en la comuna de San Miguel.
<” Esa noche son cuatro las personas que se alojan en la casa de calle Santa Fe: a Miguel y Catita se
unen Sotomayor y el compañero ‘Coño Molina’. El día ha sido agitado y tenso; miran televisión hasta
tarde. El sábado 5 de octubre de 1974 comienza con normalidad. El barrio se ve tranquilo, tratan de
distraerse sin baja la guardia. Miguel y sus compañeros salen temprano a bordo del automóvil Fiat
125 blanco, para realizar labores habituales (contactos con sus enlaces, reuniones, chequeos) y
Carmen Castillo se queda cocinando y ordenando el lugar, atenta a cualquier ruido producido en la
calle. Cerca de las 13 horas llegan los tres compañeros, están inquieto por ciertos movimientos de
vehículos en los alrededores. Miguel toma la decisión de dejar el inmueble y trasladarse a una nueva
casa de seguridad.
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