explotación por parte de las empresas, porque se le da
más importancia al aspecto económico que al social
sin darle ningún valor a la cultura propia. Estados Uni-
dos y los demás países mesticistas están creciendo a
costa de vender y renunciar a su raza, cultura y cohe-
sión interna creando en los ciudadanos una sensación
cada vez mayor de insatisfacción de no saber donde
están y a qué cultura pertenecen y todo por el mero
afán de lucro de las empresas, se sacrifica la paz social
por el lucro económico de algunos pero corroyendo
las raíces de su propia sociedad.
Además, los Estados Unidos están fomentando el
mestizaje racial como excusa para poder invadir los te-
rritorios de las demás razas y eso es realmente vil. La
expansión política o económica de un país no puede
hacerse sin respetar unos principios básicos de justicia
y ética social, porque al final se acaban destruyendo
las propias raíces de la sociedad.
Véase como ejemplo la historia de Esparta, fue
grande porque preservó siempre su sentido de raza y
nación, pero se hundió al esclavizar hipócritamente a
los ilotas, la esclavitud es siempre rechazable, pero
cuando se trata de esclavizar a sus propios compatrio-
tas resulta aún más incomprensible. Otro ejemplo fue
el Reino de Castilla que durante la reconquista de Es-
paña a los musulmanes era una sociedad de raza y cul-
tura homogéneas y ello la hacía fuerte y segura de sí
misma, pero tras la unión de la península y la conquista
de América rebajó sus principios raciales lo que la
llevó a perder el rumbo y a no saber hacia dónde ir.