de los ríos en Egipto y Mesopotamia. Con esos pri-
meros núcleos urbanos asentados de forma perma-
nente en torno a las cosechas comenzaron a ser ne-
cesarios gobiernos que gestionasen la distribución de
las tierras y las aguas de regadío, y así comenzaron
las primeras civilizaciones.
Por aquel entonces los hebreos eran tribus nóma-
das dedicadas sobre todo al pastoreo, es de este modo
como esta tribu entraría en contacto con la civilización
Sumeria asentada en las desembocaduras de los ríos
Tigris y Éufrates, los hebreos se vieron altamente in-
fluenciados por esta cultura. Podría decirse con toda
seguridad que gran parte de las historias que nos lega-
ron en la biblia sobre el origen del mundo se inspira-
ron en esta civilización, la historia sobre el diluvio
universal fue seguramente copiada de la leyenda de
Gilgamés y narra como un antiguo rey Sumerio se
salva de morir ahogado subiéndose a una balsa. O el
poema de Atrahásis escrito sobre el año 1600 a.C.,
pero seguramente inspirado en una leyenda anterior,
aquí también se cuenta como fue salvada de morir
ahogada en el diluvio una pareja de cada especie ani-
mal, seguramente se inspiró en ella el escritor de la bi-
blia al contar la historia de Noé y su arca, pues es
prácticamente idéntica a la que se narra en ella. Segu-
ramente el origen de estas historias de diluvios catas-
tróficos se debe al hecho de que las primeras ciudades
de sumeria en las que se forjó la civilización como Úr
se encontraban en las desembocaduras de los ríos ya
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