humanos, pero en realidad practican una economía
de capitalismo extremista que mira para otro lado
ante los miles de pobres que pueblan sus calles.
En definitiva, el pensamiento dirigido consiste en
pretender que los ciudadanos pierdan su libertad y sus
derechos sin ser conscientes de ello, manipulando la
información con el fin de retrasar la llegada de una au-
tentica democracia y seguir manteniendo en el poder
a quienes no la quieren, es decir los políticos y religio-
sos actuales.
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