Este sistema político que comenzó con la guerra
civil inglesa de 1642 solo tenía como fin la abolición
de la monarquía absoluta y entregar el poder a la nueva
fuerza que era la burguesía, pero para ello necesitaban
la participación del pueblo como coartada, sin em-
bargo después de conseguirlo los partidos políticos se
dividieron básicamente en dos fuerzas políticas de iz-
quierdas y derechas como forma de aparentar una ver-
dadera alternancia. Lo cierto es que la actividad políti-
ca desde entonces se ha caracterizado por el engaño
sistemático a los ciudadanos por parte de los distin-
tos partidos y así conseguir el voto con el cual el ciu-
dadano da la coartada a los políticos para tener el
poder absoluto.
En realidad los políticos de estas falsas democracias
embaucan a los ciudadanos con sus falsas promesas,
pero cuando llegan al poder, se dedican a amasar for-
tunas y olvidan con facilidad sus promesas electorales,
lo cual es común en todos ellos.
Los ciudadanos deberían negarse a participar en
esta burla y exigir la creación de una autentica demo-
cracia, consistente en exigir el voto de todas y cada una
de las leyes, lo cual se podría hacer por sistemas tan
simples como internet. A partir de ese momento, el
poder lo tendría verdaderamente el pueblo, pero los
políticos exacerban la agresividad de sus seguidores
contra los demás partidos para bloquear sus mentes y
conseguir su voto, esa es la misma estrategia que usa-
ron los nazis en Alemania para conseguir el poder.
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