cristianos, desempeñando un papel peculiar: mientras los cristianos están ocupados gobernando la nave, los judíos saquean la bodega de las provisiones y provocan una vía de agua en el barco. Y que lo que se debería hacer es sustraer los objetos robados a esa camarilla y encadenarlos a los remos. ¡ Vaya crueldad! ¡ Qué poco cristiano! ¡ Los pobres judíos! ¡ De los que tanto se puede aprender! Si nosotros lo tenemos claro, mucho más claro lo tienen que tener aún los doctores Heim y Scheweyer. A cada uno lo suyo. Y el mundo prosigue su marcha, siendo gobernado por la misma sabiduría por la que ya era gobernado en la época del Faraón de José ».
« Y justo por gobernantes » – puntualicé- « que, de puro enfrascados en el desempeño de sus funciones, ni siquiera se percatan de que no son ellos, sino muy otros los que gobiernan. El Zar Nicolás, que se confió al mismo autoengaño, consiguió así que le saltaran la tapa de los sesos. Ya allá hacia el año 1840 dejaba caer Disraeli( 85) insinuaciones delatoras al respecto: Son judíos los que organizan la diplomacia rusa entre bastidores, afirma como soltando una confidencia. También soltó con su acento de guettho alguna que otra cosa sobre la poderosa revolución que se está urdiendo en Alemania, en especial que se está desarrollando total y absolutamente bajo dirección judía ».
« Toda revolución hasta la fecha » – dijo Hitler, « ya pudiera estar inspirada por propósitos benéficos o perniciosos, se ha desarrollado bajo dirección judía. Las revoluciones de índole nociva fueron totalmente obra de los judíos; y ya se las arreglaron para desvirtuar aquellas inspiradas por elevados ideales hasta conducirlas por sus turbios meandros. Tal como reza que hicieron los primeros judíos que se agarraron a las faldas del cristianismo a la velocidad del rayo. Se dirá que es un ejemplo impropio; en cualquier caso, no dejaban de ser judíos. Las palpables falsificaciones presentes en el Nuevo Testamento no permiten albergar dudas al respecto, ¿ CVI BONO? ¿ A quien aprovechan? Sólo a los judíos. ¡ A ver si no! Pablo era aspirante a rabino. En realidad se llamaba Esaúl, Saulus; Maximilian Harden se llamaba Isidor Witkowski; Karl Marx, Mordechai; Ferdinand Lasalle, Lassal *; Trotzky, Bronstein; Bela Kun, Kohn; Zinoviev, Apfelbaum; Lenin, que los propios judíos admiten como uno de los suyos, se llama en concreto Ulianov, aunque aún no se conoce a ciencia cierta su nombre. Los cambios de nombre por parte de los judíos son tan abundantes como la arena del mar. Sólo un cabeza hueca podría poner en tela de juicio que los guía el propósito de engañar ».
* En realidad, ese fue un primer momento de su mimetización; originariamente, su apellido era Wolfsohn. Al respecto puede consultarse el hoy inencontrable“ Manual de la Cuestión judía”-“ Handbuch der Judenfrage- Die Wichtigsten Tatsachen zur Beurteilung des jüdischen Volkes”, zusammengestellt und herausgegeben von Theodor Fritsch; trigésima edición, Hammer-Verlag, Leipzig, 1931, pág. 185;(“ Manual de la Cuestión judía-Los hechos más relevantes de cara al enjuiciamiento del pueblo judío”; compendio y edición de T. Fritsch):
“ En calidad de fundador del Partido marxista alemán, la Socialdemocracia, entra en escena el judío Ferdinand Wolfsohn( tal como se llamaba por apellido paterno), que luego adoptaría el nombre de Loslauer, y, posteriormente, el de Lassal, y que durante una estancia en París, en un más difícil todavía de la eslasticidad en el camuflaje de su nombre judío, se dio a sí mismo el nombre de Lasalle”.
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