El autor virtual y los recursos educativos multimedia Revista - Versión final | Page 3
INTRODUCCIÓN
La educación se encuentra en una apasionante encrucijada; la de la ineludible adaptación
de los procesos de enseñanza/aprendizaje a la sociedad del siglo XXI, a sus procesos, a sus
nuevas costumbres, a los requerimientos vitales de un mundo que ha pautado su forma de
conocer y apropiarse de la realidad desde la extensión de sus contemporáneos recursos
tecnológicos. Es un hecho fácil de constatar que el impacto de los cambios sociales ha
llegado necesariamente al entorno educativo. En unos casos, gracias a las iniciativas de
carácter administrativo, pero en muchos otros, por la inquietud de tantos docentes e
investigadores que han visto en estas tecnologías un motor de cambio del sistema
educativo y del quehacer de sus agentes.
La Red, como gran «contenedor» en el que se revelan todos los hallazgos y dificultades de
las tecnologías de la información y la comunicación, muestra en sus servicios, en sus
contenidos, en sus aplicaciones y soluciones, todo el caudal que posee, y cómo ésta se pone
al servicio de la educación a través de múltiples opciones. En este sentido, tanto las
manifestaciones institucionales (internacionales, europeas, nacionales...) como las
diferentes estrategias desplegadas por las administraciones educativas en los últimos
años, han establecido la exigencia de explotar el potencial de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) en relación con la evolución de las prácticas
pedagógicas. Así, ponen de manifiesto que éstas deben alumbrar un nuevo escenario de
enseñanza/ aprendizaje que se afiance en criterios sustantivos como la autonomía, la
flexibilidad y la interrelación de los ámbitos de conocimiento.
En este sentido, los distintos documentos y comunicaciones difundidas por las
instituciones europeas en la última década, en relación con las tecnologías de la
información y la comunicación en el ámbito educativo, han reseñado el carácter
multifactorial que posee la integración eficaz de éstas en el sistema educativo. De este
modo, se entiende que las actuaciones que habrá que llevar a cabo deben encaminarse
hacia soluciones de tipo integral, en las que se contemplen soluciones para ámbitos
diferenciados: infraestructuras, soporte técnico y pedagógico, recursos y materiales
digitales educativos, formación y dinamización, integración contextual y sistémica, apoyo
administrativo, y patrocinio de iniciativas innovadoras.
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