a riesgo propio Bernardo Olvera Bolio
COMO AFIRMA EL VIEJO TANGO que cantaba que “ 20 años no es nada ”, puede decirse lo mismo de 36 años , principalmente en nuestro país , y particularmente en el sector asegurador . Cuando el tango formula su afirmación , se refiere al anhelo de que después de ese tiempo las cosas sigan igual ; de que no haya deterioro en los objetos ni en las circunstancias ni en los sentimientos . Quiere retomar un pasado como si no existiera el paso del tiempo . En fin , un anhelo romántico típico de la época de oro del tango y de otras formas musicales entre dramáticas y cursis .
PERO , COMO LA MÁS SIMPLE INTUICIÓN nos dicta , ese anhelo es un absurdo . Si se pone uno a reflexionar sobre la posibilidad de que tal cosa suceda , se está condenado a vivir una situación garciamarquesiana ; una pila de años de soledad ; un disco rayado ; un “ bucle ”, como dijo el doctor Hofstadter en referencia al teorema de la incompletitud de Kurt Gödel . En fin , una si-
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tuación poco deseable realmente : el no cambio .
EN EL CASO DEL SECTOR SEGU- ROS ( y tomamos como base para nuestro análisis ese lapso específico de 36 años simplemente porque son los que han transcurrido desde que vio la luz por primera vez el periódico El Asegurador , en octubre de 1984 , medio en el que se han reflejado fielmente los avatares de esta industria ), el asunto se da de manera reiterada ; no deseable , pero real : todo lo permea el no cambio o , peor aún , el posible retroceso . Pareciera , pues , que 36 años no es nada … no han pasado . Algo así como que el primero de esos 36 años acaeció y se ha repetido las 35 veces
siguientes . Ahora bien : no es lo mismo 36 años de experiencia que un año de experiencia repetido 36 veces .
CIERTO ES QUE HOY SE CUEN-
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TA con mayor tecnología y sistemas de medición más sofisticados ( por ejemplo , Solvencia II y otras contadas cosas que dan la sensación de cambio ). Pero los fines , los propósitos , ésos no han cambiado . Me explico :
EL CASO DE LA SOLVENCIA es como el de los cinturones de seguridad : todo el mundo sabe que el cinturón es necesario y conveniente ; es un tema de conciencia e interés personal . Pero se tuvo que actuar judicialmente mediante reglamentos y consecuencias punitivas para que se generalizara su uso . El tema de la solvencia de las compañías está sobre la mesa desde hace 4.5 siglos . En México , la primera preocupación al respecto elevada a recomendación y condición impuesta por el Estado data de los años cincuenta del siglo 19 , emitida por el tristemente célebre Antonio López de Santa Anna . Entonces se reglamentó el asunto , como si ello no fuera la naturaleza e interés del propio sector , y al que no cumplía se lo castigaba ; aunque el propósito era el mismo desde entonces .
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MERCADO es otro propósito del cual no se deja de hablar . Ha habido intentos con los microseguros , con los estandarizados y otras tácticas que han sido flor de un día . No se capitalizan las experiencias ; simplemente se abandonan “ porque no son negocio ”. Y , en lugar de aprender de sí mismo , el sector quiere inventar cada día algo diferente , a ver si ahora sí … Esto ocurre porque nadie quiere tomar las experiencias de otros para establecer una mejora continua de los esquemas . Prefieren ser heroicos adjudicándose el crédito de un invento salvador antes que admitir que tomaron en cuenta lo valioso de otros colegas .
DE LOS AGENTES se sigue hablando de profesionalizar , dignificar y otros verbos igual de vagos respecto a la actuación de quienes intermedian . De hecho , aunque el método de certificación tiene apenas los mismos 36 años , parece un esquema desgastado . No hay innovación ; sigue con el mismo cansino proceso en cuanto a los trámites y la información .
LA PARTICIPACIÓN DEL SECTOR en la economía no acaba de dar el salto que lo saque de la sempiterna órbita del 2 por ciento ( pesos más , pesos menos ), y no se atisba una contundencia en cuanto a su contribución al PIB . Vamos , ni siquiera se puede decir que haya un cambio medianamente auspicioso que marque cierta tímida tendencia .
O SEA QUE 36 AÑOS no es nada . Es como si no hubiera pasado nada . Seguimos persiguiendo lo mismo , señal inequívoca de que no lo hemos alcanzado . Ni hablar .
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