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Ciudad de México / Mayo 15, 2020.
#DesarrolloHumano
La cuarentena, ¿concurso de productividad?
espejito, espejito
Mariana Hernández Navarrro
[email protected]
“Si no sales de esta cuarentena con un
libro leído, una habilidad nueva, un
negocio nuevo o más conocimiento
que antes, nunca te faltó tiempo; solo te
faltó disciplina”.
¿Cuántas veces hemos escuchado esta
frase? En estos días, un paciente me comentaba:
“Me estoy empezando a sentir
presionado porque veo que mucha gente
tiene muchas actividades, y creo que voy
retrasado con los objetivos que me he
planteado”.
Es totalmente correcto y lógico que
busquemos actividades para mantenernos
ocupados en estos días; a todos nos
tomó por sorpresa el evento, y de manera
natural buscamos la forma de afrontarlo
y seguir adelante.
Nos encontramos bombardeados de
mensajes como éste: “¿Qué cuerpo quieres
tener después de esta cuarentena?”, y
yo agregaría: “¿Qué tanto quieres fortalecer
tu espíritu en este trance?”.
En este tiempo, en el que probablemente
nos encontremos en el silencio,
en la soledad existencial, en la desesperanza
misma, podemos adentrarnos en
nuestro interior, observarnos y conocernos
con mayor profundidad. Desde ahí
podemos buscar respuestas.
Una persona que no
En este tiempo,
podemos
adentrarnos en
nuestro interior,
observarnos y
conocernos con
mayor profundidad
y desde ahí,
buscar respuestas
tiene posibilidades de
hacer home office (porque
su labor no se lo
permite) me expresaba:
“Ya desayuné, hice ejercicio,
arreglé mi casa,
leí un rato, lavé mi auto,
¿qué más puedo hacer?”.
Justamente, analizar la
necesidad de seguir “haciendo”.
El silencio, la calma y
la contemplación también
pueden entenderse
como una posibilidad en
medio de lo que ocurre.
La filosofía, la cultura,
las artes nacen solo en esos instantes.
Es buena excusa para el autodescubrimiento
pensar en esto: ¿por qué quiero
mantenerme activo? ¿Qué
significa para mí la actividad?
¿Qué estoy evadiendo al mantenerme
ocupado? ¿Por qué
quiero estar más activo que los
demás? ¿Qué ganaría con esa
competencia? ¿Qué descubro
en mí?
Cada uno de nosotros tiene
su propio campo de concentración
interior al que debemos
enfrentar con perdón y paciencia,
como seres humanos que
somos.
Sócrates afirmaba: “Una vida
sin análisis no merece ser vivida”.
Date tiempo para esperar
las respuestas. Probablemente,
la explicación no llegue al
ritmo que esperas; es más, tal
vez necesitamos comprender
que hay cosas que no podemos
comprender.
Solo sé que lo que pasa hoy
es lo correcto; aunque no necesariamente
comprenda el porqué,
y así está bien…
Todo toma su tiempo. El aprendizaje
más profundo es a fuego lento.
Esto me recuerda la teoría de los
puntos de Steve Jobs:
“No puedes conectar los
puntos mirando hacia
adelante; solo puedes
hacerlo mirando hacia
atrás. Así que tienes que
confiar en que los puntos
se conectarán de alguna
forma en el futuro.
Tienes que confiar en
algo: tu instinto, el destino,
la vida, el karma,
lo que sea. Porque creer
que los puntos se conectarán
luego en el camino
te dará la confianza
de seguir a tu corazón,
incluso cuando éste te
conduzca afuera del camino
que has definido, y eso hará toda
la diferencia”.
#DesarolloHumano
El origen de la vida
Nissim Mansur T.
[email protected]
Antes de hablar del origen de la vida me quiero detener en un no
credo: el ateísmo.
El ateísmo comprende a algunas víctimas del holocausto, escritores
y científicos de gran renombre, además de mucha gente común.
Se descubre algo nuevo en cualquiera de las ramas del saber humano,
pero lo descubierto necesariamente está impregnado de vida, por
lo cual resultará provechoso, útil…
Pero inevitablemente surgen las preguntas:
¿Cuál es el origen de la vida?
¿Ese fluido que se llama vida de dónde surge?
¿Se puede manipular física o materialmente la vida?
Y aquí es donde con todo propósito detengo mi pluma para provocar
un razonamiento útil.