Ciudad de México / Agosto 31, 2020. 27
Para superar la crisis, afianzadores deben
evitar definir estrategias precipitadamente
Marcos Medina
@MmedinaMarcos
Aunque la pandemia derivada
de la COVID-19 desató en
México una crisis económica
de considerable magnitud y simultáneamente
produjo que magnos proyectos
de construcción y actividades
comerciales se paralizaran por completo,
el sector afianzador debe evitar
caer en la tentación de definir estrategias
sin cautela en su afán de superar
dichos acontecimientos, por lo que es
recomendable que las instituciones
que conforman esta industria evalúen
con especial cuidado sus planes
operativos y de negocios. Este examen
les permitirá evitar efectos negativos
a largo plazo que podrían dañar
su rentabilidad, alertó Juan Pablo
de Velasco Cepeda, presidente de la
Asociación Mexicana de Instituciones
de Garantías (AMIG).
En entrevista exclusiva con El Asegurador,
De Velasco Cepeda señaló
que, en caso de que las empresas que
conforman el armazón del sistema
de garantías en el país decidan trazar
estrategias de rápida ejecución que
tengan como objetivo único sobreponerse
con inmediatez a los adversos
efectos de la actual recesión económica,
podrían enfrentar un escenario
aún más complejo que obstaculizaría
su desempeño.
“Los afianzadores no deben perder
de vista que ante su urgencia de recuperarse
de esta crisis económica en
marcha corren el riesgo de diseñar e
instrumentar estrategias que, si bien
podrían generar resultados positivos
en la inmediatez, quizá mermen su
desempeño en el futuro”, explicó el
presidente de la AMIG.
Por lo anterior, De Velasco Cepeda
indicó que, en lugar de intentar innovar
con estrategias enérgicas implementadas
de manera abrupta, el
sector afianzador tendría que centrar
sus esfuerzos y su cuidado en las relaciones
contractuales que se celebren.
Además apuntó que es imperativo que
las instituciones de garantías evalúen
con especial detalle la forma en que se
irá reactivando la actividad económica
de México bajo las directrices que
se han esbozado desde los tres niveles
de gobierno.
La recuperación será lenta
El funcionario de la AMIG precisó que
la diseminación del virus SARS-CoV-2
que abrió la puerta a esta pandemia produjo
un cúmulo enorme de nuevos retos
para la industria de las garantías en
México. En tal sentido, detalló que las
áreas técnicas y comerciales, así como
la operación íntegra de cada compañía,
se pondrán a prueba a causa del evento
sanitario que desencadenó la neumonía
atípica del nuevo coronavirus.
“En la actualidad, estamos entrando
en la primera etapa de arranque en el
Juan Pablo de Velasco Cepeda
sector construcción, que, como todos
sabemos, es un eslabón primordial en
el desenvolvimiento de las fianzas en el
país. De esta manera, en la medida en
que este segmento crezca y su derrama
dinamice la economía, también las garantías
registrarán un desempeño positivo.
Ahora bien, debemos ser conscientes
de que tras la COVID-19 la recuperación
de la industria será gradual y a ritmo
lento”, abundó De Velasco Cepeda.
Aunado a lo anterior, el directivo de
la AMIG destacó que las compañías que
integran al sector afianzador mexicano
están atentas a las consecuencias que se
desprenderán del fenómeno epidemiológico
(que aún no se mitiga en México);
están a la expectativa de lo que sucederá
con los posibles incumplimientos en los
que podrían haber incurrido los fiados,
así como de los sobrecostos que se generaron
en algunos contratos.
“El sector afianzador ha estado analizando
caso por caso y trabajando para
idear las mejores alternativas, de manera
que se logre un entendimiento absoluto
de los contratos y se favorezca a
las partes involucradas, ya que, aunque
incuestionablemente se concretaron incumplimientos,
no debemos obviar que
esto ocurrió por circunstancias ajenas
a la voluntad de los interesados; así que
podrían resultar absueltos de cualquier
responsabilidad pactada”, sostuvo De
Velasco Cepeda.
Con nuevas habilidades
para lo que viene
En un pasaje de la charla, De Velasco
Cepeda hizo hincapié en que la
pandemia de COVID-19 fue un desafío
mayúsculo para la operación del sector
afianzador; sin embargo, reconoció
que el evento se sorteó con éxito y, más
benéfico aún, ocasionó que las instituciones
que integran esta industria abrazaran
procesos inaplazables, como la
digitalización.
“La coyuntura sanitaria nos empujó
a utilizar las herramientas tecnológicas
con las que ya contábamos
pero que por diferentes
circunstancias no nos habíamos
animado a adoptar, o al menos
no de manera intensiva; por
consiguiente, el balance acerca
del desempeño del sector afianzador
frente a este acontecimiento
es positivo, puesto que
no solamente ideamos mejores
soluciones para la continuidad
del negocio, sino que también
tuvimos importantes aprendizajes
y, más importante aún, logramos
una optimización muy
sólida de recursos. Estos beneficios
a final de cuentas se quedarán
como prácticas habituales y
definitivas de nuestra operatividad
como industria”, especificó
quien preside la AMIG.
Por último, De Velasco Cepeda sostuvo
que el sector afianzador está listo
para aportar su grano de arena y conseguir
que México regrese a la senda del
crecimiento económico; sin embargo,
#AMIG #Fianzas
De lo contrario, se corre el riesgo de instrumentar
planes que podrían afectar a la rentabilidad,
afirma Juan Pablo de Velasco Cepeda
advirtió que es vital que las instituciones
que conforman esta industria trabajen
siempre cohesionadas para conseguir
que la garantía cobre una relevancia mayor
en este país.
“El sector afianzador mexicano está
preparado para apoyar, orientar y mediar
en los casos que pudieran presentar
alguna anomalía contractual derivada
de la pandemia de COVID-19.
No debemos olvidar asimismo que la
garantía es un instrumento clave que
filtra y estudia a los proveedores y contratistas;
que anticipa el éxito en los
contratos que se celebran y respalda
adecuadamente las obligaciones que se
asumen. En concreto, es indispensable
que, como industria, trabajemos en erigir
fundamentos sólidos para construir
e impulsar la cristalización de proyectos,
tanto públicos como privados, en
los que la fianza tenga protagonismo
y sobresalga como un vehículo financiero
que aporta protección, certeza y
confianza en el cumplimiento de las
obligaciones”, finalizó el presidente de
la AMIG.