El Asegurador Agosto 15, 2020. | Page 21

Ciudad de México / Agosto 15, 2020. 21 Más allá del negocio David Paniagua Son cinco meses ya desde que nuestro mundo cambió para siempre de una forma que nadie pudo prever. La pandemia originada por el coronavirus es sin duda el evento que marcará significativamente a nuestra generación, y difícilmente viviremos un momento de transformación tan profundo como el que nos ha tocado vivir. Esta realidad nos tiene hoy en día con tres tipos de reacciones que manifiestan los actores de nuestra industria. Hay un primer grupo de personas que desafortunadamente quedaron paralizadas por el cambio; se encuentran a la espera de que esta situación termine, y cada día es mayor su desesperación por regresar a lo que vivían hace tan solo medio año. Este grupo de personas vive en una “pelea” constante con la realidad, y esta lucha no solo les ha complicado adaptarse, sino que cada día crecen sus conflictos profesionales y personales con quienes las rodean, lo que acarrea efectos negativos en su oficio y en su familia. Existe un segundo grupo de personas que ha decidido, consciente o inconscientemente, dejar pasar la situación tomando este tiempo como una semivacación muy larga. Esta gente ha reducido su actividad laboral al mínimo indispensable para mantener su cartera. Brindan servicio y sueñan con el regreso a la “normalidad” para reiniciar sus labores de venta y crecimiento de la cartera. Por último, existe un grupo muy interesante de personas que ha encontrado en esta situación una oportunidad incomparable para renovarse y crecer, aprovechar la evidente necesidad del mercado y, mediante una capacitación intensa consistente en escuchar prácticas exitosas de colegas, participar en pláticas virtuales y de prueba y error. Además han encontrado nuevos canales y estrategias para hacer crecer sus ventas y su cartera. Este grupo de profesionales ha logrado no solo mantener el nivel de servicio a sus clientes, sino que los han llevado un paso más allá hacia una realidad nueva. La forma en que cada persona ha reaccionado a esta crisis sin duda determinará cómo será su balance al término de esta situación. Sin embargo, incluso aquellos que salgan muy bien librados y con incrementos en su negocio enfrentarán el nuevo reto de saber cómo institucionalizar esta reacción #Seguros #Opinión Los sistemas de trabajo, indispensables en la nueva realidad positiva del emprendedor y convertirla en una empresa o negocio sostenible y con desarrollo en el largo plazo. En otras palabras, el resultado de corto plazo frente a la crisis depende del emprendedor exitoso, del soñador, del líder, del luchador que inspira a otros a salir adelante, y sin duda lo requiere; sin embargo, el resultado de largo plazo dependerá de que ese emprendedor sepa hacerse a un lado y permita que el administrador estratégico diseñe a su lado un plan que logre adaptar a la nueva realidad la empresa y todos sus componentes, no solo al líder del negocio. De no hacerlo, ese líder se encontrará solo en breve, dependiendo ciento por ciento de su trabajo y empeño, y no podrá confiar en su negocio como una organización sólida y estable. En esta transición a la nueva normalidad veo con preocupación que muchos agentes y promotores están traduciendo y reduciendo la “digitalización” de los negocios a una simple presencia y estrategia de mercadeo en redes sociales. Desde mi punto de vista, están descuidando y pasando por alto que la transformación digital significa la digitalización y modernización de todos los procesos del negocio. Cada día más el mercado requerirá profesionales que puedan resolver las necesidades de mercadeo, servicio, operación, control y comunicación de forma distinta, adaptada a una nueva realidad digital. Es importante aclarar que no estoy diciendo que no sea importante una presencia profesional en redes sociales; lo que aseguro es que eso no es lo único importante que se debe atender para que nuestros negocios, como empresas, se puedan adaptar y salir victoriosos de esta transición. Es una realidad que desde hace mucho tiempo la diferencia entre el timonel de una gran empresa profesional y un simple líder con talento radica principalmente en la implementación de sistemas de trabajo eficientes que le permitan al primero perdurar en el tiempo y hacer evolucionar sus negocios a grandes volúmenes. Por sistemas no me refiero únicamente a sistemas de cómputo, sino a sistemas y procesos eficientes de trabajo en general. A lo largo del tiempo, el común denominador fundamental que diferencia a los agentes y promotores exitosos en el largo plazo de los que no lo son es su capacidad de seguir de forma sistemática procesos de trabajo (cualesquiera que éstos sean). En esta nueva realidad, la transformación significa la digitalización y automatización de muchos de estos procesos de trabajo. Existen tres tipos principales de sistemas que nos pueden ayudar a llevar a cabo lo anterior: los ERP (Enterprise Resource Planning), que para efectos de nuestra industria equivalen a los sistemas que nos permiten tener acceso a la información de nuestras carteras y el control de ellas; los CRM (Customer Relationship Management), que nos permiten administrar y acrecentar la relación con los clientes, cada día más demandante; y, por último, los BPM (Business Process Management), con los que se administra, automatiza, controla y regula cualquier proceso de los negocios, de tal forma que éstos puedan crecer manteniendo y mejorando su eficacia y agilidad de cara a los clientes. En próximas entregas hablaremos más a fondo de estos sistemas y de cómo no solo nos pueden ayudar a crecer e institucionalizar nuestros negocios, sino que se convertirán en un requisito indispensable para la subsistencia de éstos. Es muy importante que seamos conscientes de que, si bien en estos momentos es indispensable el talento y la resiliencia del líder para poder salir adelante, esto no será suficiente para el desarrollo de nuestros negocios en el largo plazo.