El Asegurador Agosto 15, 2020. | Page 18

18 Ciudad de México / Agosto 15, 2020. el hábitat del asegurador Martín Maltese El nuevo mercado de seguros en tiempos de COVID-19 Es innegable que esta pandemia ha sorprendido a todas las empresas de todos los sectores económicos en el mundo, incluyendo el de seguros, y resulta imperativo que todos los jugadores del sector adopten y usen tecnologías disruptivas con la finalidad de tener un mayor acercamiento con sus clientes y con otros actores del mercado. Este objetivo se puede alcanzar mediante la adopción de tecnologías disruptivas, como las siguientes: • software CRM • redes sociales • e-mailing marketing • geolocalización para la prestación de servicios • gamificación. El propósito principal es aportar disrupción y exponencialidad. También es cierto que no solo se trata de contar con dichas tecnologías, ya que el reto para los departamentos de recursos humanos de las empresas de seguros estriba en encontrar los perfiles profesionales que posean las habilidades digitales requeridas para desempeñarse en los puestos de trabajo actuales y ser visionarios respecto a los puestos que van a necesitarse a partir de ahora. Los cambios en el sector ya empezaron. Podemos resumir estos cambios de la siguiente manera: • Un nuevo consumidor de seguros (que, entre otras cosas, ya no exige el contacto físico). • El smart working. #Opinión #Seguros • Robots como operadores digitales que trabajan mediante IA. • La telemedicina y telefarmacia. • Digitalización (en todos los ámbitos: suscripción, cobranza, área comercial, etcétera). • Atención de siniestros con la ayuda del videoperitaje. • Uso de drones (para las inspecciones). Para desempeñarse en este nuevo mercado, las empresas de seguros han tenido que incorporar a la organización nuevas formas de comunicarse interna y externamente y han llevado a cabo reuniones diarias con sus equipos de trabajo, lo que ha mejorado la comunicación con una mayor colaboración. El smart working —fusión del teletrabajo con las nuevas tecnologías— tiene cuatro conceptos importantes: • espacio • personas • tiempo • tecnología. Con ello se logra controlar la operación por horas y diariamente. Los beneficios de esta comunicación digital frente al cliente interno y externo se traducen en mejorar la eficiencia en cuanto a tiempos, reducir costos (viajes, viáticos, etcétera) y atenuar los daños hacia el medio ambiente. Este modelo de comunicación remota será el que utilizarán las empresas de aquí en adelante, y las visitas presenciales se reservarán solo para tratar temas específicos, por lo que se deberá desarrollar una estrategia omnicanal utilizando diferentes plataformas, y no solo de cara al cliente, sino también en el ámbito interno, con los equipos. En conclusión, el mercado necesitará la intervención de agentes híbridos (que exhiban una combinación equilibrada de capacidades y aptitudes digitales y físicas) capaces de reunirse con los clientes de forma presencial para tratar temas puntuales y de forma digital para solventar otros asuntos. Mientras tanto, y como recomendación final, diremos que es tarea de las compañías de seguros y corredores: • Recobrar la confianza de sus clientes (asegurados) en cuanto a coberturas, sumas aseguradas y facilidades de pago. • Presentar a los clientes (asegurados) nuevas propuestas de productos y servicios. • Reforzar la capacidad operativa. espejito, espejito Mariana Hernández Navarrro [email protected] Miedo a tener miedo La Peste se dirigía a la ciudad, y en su camino pasó junto a una caravana que acampaba en el desierto. Al verla, el jefe del campamento le preguntó: —¿Hacia dónde te diriges? —Voy a la ciudad. Pienso tomar la vida de 1000 personas. Cuando la Peste venía de regreso, pasó de nuevo junto a la caravana. Tan pronto como el jefe del campamento la vio, la increpó de este modo: —¡Ya supe lo que hiciste! ¡Me han contado que tomaste 20 000 vidas, y no sólo las 1000 que me habías dicho! —Te han informado mal —repuso la Peste—. Yo solo tomé las 1000 vidas que te dije. A las demás se las ha llevado el miedo… Una de las emociones que hoy prevalece en medio de la pandemia que estamos viviendo es el miedo; y, muchas veces, es miedo al futuro, pues nos sentimos especialmente desconcertados, con incertidumbre respecto a lo que viene para nosotros como individuos y como sociedad. Cuando tenemos miedo, notamos una sensación desagradable, temblamos; podemos tener resequedad en la boca, dificultad para respirar, tensión muscular, etcétera; pero esta información, aunque no lo parezca, es valiosa porque nos permite darnos cuenta de que está presente para proteger algo. Es un error minimizar la presencia del miedo en nuestra conciencia y obligarnos a que tal sentimiento desaparezca. Esto se representa comúnmente con frases típicas como: “No tengas miedo, no es para tanto”. “Ya deja de sentir miedo”. Es mejor ser capaz de detectar qué es específicamente lo que quiero cui- #Desarrollo Humano dar; probablemente así nos demos cuenta de que el miedo puede ser racional o, en algunos casos, irracional. Este miedo, el irracional, nace de la imposibilidad de situarse en el momento actual y se caracteriza por una ansiedad grave frente a lo que pueda ocurrir. Los que trabajan tienen miedo a perder el trabajo; los que tienen vida tienen miedo a la muerte; los que tienen amor tienen miedo a perderlo… En general, tenemos miedo a sufrir. Buena parte del miedo puede nacer de la ignorancia y del hecho de no enfrentarnos a lo que lo causa. Para gestionar de una manera adecuada esta emoción, puedes visitar a diferentes expertos que te ayudarán a hacerlo desde múltiples perspectivas: revisar el pasado para comprender su origen, buscar espacios en los que paulatinamente podamos enfrentarla o en algunos casos simplemente respirar hondo y profundo. En mi opinión, creo que algo que será valioso es detenernos a pensar en qué es lo que realmente nos provoca miedo y situarnos en el momento presente. Si somos capaces de controlar nuestra mente, podremos controlar los juicios de valor que emitamos sobre lo que pasa. Ejemplo: “Esto que me provoca miedo ¿está pasando en este preciso momento? ¿Es real?”. Si es real, será conveniente preguntar si podemos hacer algo diferente y enfocarnos en la acción. O a veces será necesario también enfocarnos en la inacción. La sabiduría del ser humano radica en la capacidad de discernir qué aspectos puede controlar y cuáles debe pausar para permitir que la vida, Dios o el destino le brinde una respuesta. Es necesario fortalecer la confianza en nosotros mismos y comprender que no es más valiente quien no tiene miedo, sino aquel que, a pesar de sentirlo, es capaz de actuar.