El agua es Vida EL AGUA ES VIDA | Page 17

EL AGUA ES VIDA En México DF, una de las ciudades mayores del mundo, el 80 % del suministro es agua subterránea que va disminuyendo continuamente, ya que la extracción supera con creces la reposición. En muchos lugares la excesiva extracción de agua subterránea provoca hundimientos del terreno, así ocurre por ejemplo en Albuquerque , Las vegas y Tucson en Estados Unidos y algo parecido ocurre con otras grandes ciudades como Pekín. Aunque sabemos que el agua en cierta medida renovable, no puede olvidarse sin embargo que los depósitos subterráneos, los lagos y ríos pueden agotarse y también quedar contaminados por la mala gestión. El acuífero Ogallala en EE.UU. es uno de los mayores del mundo y se extiende desde Texas hasta Dakota del Sur, se está agotando r por el uso urbano y agrícola, est e acuífero abastece a unos 200.000 hogares que están extrayendo caudales a un ritmo mayor que su tasa natural de reposición. Los acuíferos sobreexplotados pueden contaminarse o quedar dañados irremediablemente por hundimientos. En algunas zonas, la extracción de agua ha tenido consecuencias devastadoras sobre el medio ambiente. La capa freática de muchas regiones del mundo se reduce constantemente y algunos ríos, como el Colorado en el oeste de los Estados Unidos y el Amarillo en China, se secan con frecuencia antes de llegar al mar. La mayoría de los habitantes del planeta viven en zonas donde no abunda el agua. A veces incluso en regiones con pluviosidad abundante en determinadas épocas, que llegan a provocar grandes inundaciones , el agua acaba rápidamente en el mar, sufriendo a continuación estas mismas zonas importantes períodos de escasez. Algunos estudios estiman que en algunas zonas áridas del Norte de Africa y Centro de Asia, la cantidad de agua disponible por persona ha disminuido, en los últimos 50 años, en diez veces. En la mayoría de las regiones, el problema no es la falta de agua dulce potable sino, más bien, la mala gestión y distribución de los recursos hídricos y los métodos y sistemas que la malgastan. La mayor parte del agua dulce -el 70%se utiliza para la agricultura, mientras que una cantidad sustancial se pierde en el proceso de riego. La mayoría de los sistemas de riego funcionan de manera ineficiente, por lo que pierden aproximadamente el 60% del agua que extraen, que se evapora o vuelve al cauce de los ríos o a los acuíferos subterráneos. Los métodos de riego ineficientes o dispendiosos entrañan sus propios riesgos para la salud: el anegamiento de algunas zonas del Asia meridional, de resultas de la utilización excesiva del agua para riego, es el determinante fundamental de la transmisión de la malaria, situación que se reitera en muchas otras partes del mundo.