El Acontecer ElAcontecer Separata30años 7446 14/01/2017 | Page 4
4 SÁBADO 14
de enero de 2017
S EPARATA ESPECIAL
Parte de administración y redacción
3
años de
noticias
tuyas
Despedida de año en el 2013
Repartidores buscan sus insumos
Parte de administración, reparto, cobranza y redacción
Despedida de año en el 2010
¿Y ud. qué dice
don diario?
El periplo arranca en un
incesante tecleo de computadora
y termina debajo de la puerta de
siempre.
—Buen día, sr. diario, ¿cómo le
va?, ¿ud. qué cuenta?
—Aquí lo ve, de visita como
siempre, con ganas de comentarle
algunas nuevas.
—Espere, ¿qué le parece si hoy
cambiamos los roles?
—A ver, ¿en que está pensando? No
me diga que me va a entrevistar!
—¡Claro! Cuénteme..., ¿ud. cuánto
ha recorrido?
—¡Pah! me pone en un dilema.
Deben ser tantos kilómetros
empapelados que daríamos vuelta al
Uruguay varias veces, ¿no?
—Y mucho palabrerío arriba tiene,
¿no?
—Imagínese, a un promedio de
cinco mil caracteres por página, por
16, 20 y hasta 24, por seis días a la
semana, por 25 ediciones al mes, por
2oo y pico por año, ¡y ya llegando a
los 31!
—Ni le pregunto por las fotos...
—¡Parecido!, ¿quién no ha salido
alguna vez?
—Debe andar todo el día en la
vuelta...
—¡Ud. lo ha dicho! Arranco
tempranito y a veces hasta muy tarde
sigo en la vuelta visitando amigos
lectores.
—Pero yo le preguntaba por su
actividad...
—Ah, sí... De punta a punta del día.
Qué un ejemplar, un avisito de
primera hora, que una noticia, una
foto, la compu dándome forma, una
chapa a la noche grabándome el
cuerpo, casi de madrugada el papel
que me viste así como me ve y ya
tempranito por aquí ando.
-Recuerdos miles...
-¡Si habrá!, aquel comienzo
entrando y saliendo de la pequeña
Ricoh 1010, vuelta y vuelta... Las
El primer
ejemplar editado
llegó temprano a domicilio
fotos tramadas en el cuarto oscuro...
Los textos y títulos tipeados en
cuánto equipo se parecía a una
máquina profesional... O cuando se
traían los restos de bobinas de diarios
de la capital en la bodega de los
ómnibus, para resmarlas a pliegos, y
hoy los vamos amontonando salidos
de la rotativa propia.
—Bueno, no se emocione tanto y
digame de quién se acuerda en este
momento...
—¡El doctor a cuerda! El entrañable
Angel Eduardo Núñez Guerra. Gran
consejero, colaborador sin par. Más
de uno extraña sus sabios consejos,
sus conocimientos volcados sin peros,
medida ni altisonancias. Lo que soy se
lo debo en gran parte.
—Bueno, lo dejo seguir tranquilo,
don diario...
—¿Sabe qué? Le agradezco me haya
permitido volver a recordar tanto y
tanta gente que hizo esto que soy.
¡Hasta la próxima!