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Mantener la calma, debe ser firme y no perder el control, indicando
expectativas claras y no tratar de mandarlos porque ahí se descontrolan.
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Reforzar las conductas positivas: A veces los niños sufren de este trastorno
porque necesitan atención. Por ello, se debe conversar con él, escucharlo y
tratar de comprenderlo.
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Dar un ambiente con un mensaje claro donde las normas y los límites sean
siempre las mismas y las consecuencias de las conductas de los niños no
varíen según el día o seguir quien lo cuide.
Ejemplo de adaptación curricular: