Se exigía que el filósofo fuera sobre todo un guía espiritual, un verdadero director de conciencias. Lo esencial de su enseñanza no eran los conocimientos sino su ejemplo, el espectáculo edificante de su sabiduría práctica y de sus virtudes. Con la filosofía se aspiraba a definir, a conquistar, a poseer y transmitir una sabiduría personal que permitiera alcanzar la felicidad de cada uno. Las soluciones eran diversas y se entablaron serias polémicas entre escuelas rivales que dañaron el prestigio de la filosofía. Debiendo escoger la juventud entre la filosofía y la retórica, en la práctica triunfó esta última, incorporándose la filosofía como materia de los planes de estudio de la Edad Media. Las ciencias.— Los últimos tres siglos antes de Cristo son los siglos de grandeza de la ciencia griega helenística. Arquímedes de Siracusa fue un notable físico. Euclides escribió un libro utilizado durante más de dos mil años para la enseñanza de la geometría. Eratóstenes midió la circunferencia terrestre; algunos de los alejandrinos posteriores llevaron a cabo verdaderos experimentos de mecánica. La ciencia tuvo su centro en Alejandría, donde funcionaba el Museo o instituto de las Musas. Fundado por Ptolomeo( 322 a. C), era un lugar donde se exhibían los ejemplares interesantes y donde se realizaba una cierta investigación científica. Sostenidos por el tesoro real, los“ pensionistas” del Museo vivían en comunidad, suntuosamente alojados. Gran parte del trabajo científico era teórico, pero esto no quiere decir que desdeñasen la observación. Estudiaron el comportamiento de los líquidos y los gases, así como palancas, sifones, bombas, etc., construyeron juguetes de vapor, payasos que silbaban, puertas que se abrían automáticamente al encenderse el fuego de un altar colocado en el templo.
Al parecer, los sacerdotes emplearon algunos de estos inventos para hacer más espectaculares sus ceremonias. Por eso la enseñanzas en muchos momentos fue secreta, siendo la escuela de medicina la que alcanzó mayor fama y técnica docente.
Junto al Museo estaba la Biblioteca, con unos 500.000 rollos o libros manuscritos en largas tiras de papiro. Esta biblioteca no estaba abierta al público; era para uso exclusivo de los sabios. De improviso se frenó este progreso de la ciencia. Muchas son las causas que lo determinaron. La principal quizá sea la inutilidad de la ciencia pura en las actividades de la vida práctica. Los esclavos eliminaban la escasez de mano de obra y no había ningún estímulo para inventar máquinas que ahorraran el trabajo humano.