EDITORIAL
Vacunación aérea
Desde un sector minoritario del ámbito parlamentario , se planteó la idea de que la vacunación se acelere a través de un mecanismo muy creativo . La propuesta es que el Banco Nacional de Fomento respalde con créditos a la ciudadanía que quiera irse a los EE . UU . para la vacunación . Un FOGAPY para vacunación COVID .
El pensamiento lateral es muy necesario en nuestro país , ya que el desempeño de nuestros gobernantes no se caracteriza por la sabiduría que apunte al beneficio del bien común . Históricamente ha sido todo lo contrario .
Independientemente de las dificultades operativas que pueda tener esta propuesta −por otra parte , nada imposible de resolver cuando hay voluntad política y capacidad de gestión− sirve para hacer pedagogía sanitaria .
Es evidente que muy poca gente maneja el gasto en salud , inclusive en el área de la salud pública y privada . Se dice siempre que el costo de prevenir es más económico que el de curar y en el caso del COVID-19 , sobre todo , nadie tiene la certeza de que el ingreso a una terapia tendrá un resultado exitoso . en el mejor de los casos , con alrededor de 40 % de resultados negativos . No hablemos del gasto de los pacientes que están tratados en pabellones de contingencia o en forma ambulatoria .
El gasto en vacunas en esta propuesta , alcanzaría , máximo , 20 millones de guaraníes incluidas las dos dosis y mucho menos en el caso de una sola dosis .
¿ Económica y sanitariamente cuál sería la mejor opción no disponiendo de vacunas en el país en tiempo y forma ? Y si comienza la vacunación en la infancia , ¿ qué haremos ? ¿ Y si continúa aumentando la mortalidad frente a una apatía cada vez mayor ? ¿ Y si los recursos económicos son cada vez más limitados ?
La educación que tenemos no nos ha permitido incorporar y ejercer el razonamiento , como medio fundamental para tomar decisiones en todos los órdenes . Es por eso que estamos condenados a vivir en un estado fallido . Y si a esto le agregamos la gran mayoría de niños confinados en un sistema educativo paralizado , se vuelve difícil imaginar una oportunidad para mejorar . Así que solo queda continuar con nuestro ejemplar conformismo .
Tal vez en la próxima pandemia tengamos mejor uso de razón , si el descontrolado aumento de la pobreza y desocupación que está generando esta , nos permite seguir todavía siendo viable como país . Se supone que por lo menos hoy , sabemos mejor los costos en asistencia médica .
Mientras tanto , ahora estamos resignados , por costumbre y tradición , a perdonar los pecados de la codicia , la avaricia , la gula , el robo , la envidia , la ira y la pereza .
Por lo visto , sigue estando prohibido innovar , a pesar de que una emergencia como esta , convoque a gritos a la imaginación .
Pero como pediatras , debemos proteger el futuro , hoy .
Aunque esta idea , sea una ilusión .
Pero a la hora de definir políticas públicas , el barullo generado por la soberbia de la ignorancia , no deja ver la esencia del problema . El goce en las redes sociales está en confrontar patológicamente la realidad con la apariencia , el sentido común con la ficción , la buena fe con la intención perversa . Es el inconsciente colectivo .
Sigamos festejando estar en la larga lista de pacientes que esperan una cama de terapia intensiva o las migajas de vacunas que recibimos de lo que les sobran a otros países . Frente a tanta ineptitud de las autoridades y tanta indiferencia y ausencia de racionalidad de un sector de la población , el pronóstico es sombrío .
El gasto en terapia por COVID-19 implica alrededor de 300 millones de guaraníes
Dr . Ignacio Iramain Chilavert DIRECTOR GENERAL DEL IPN
INSTITUTO PRIVADO DEL NIÑO 5