Juveniles del Globo | Por Catalina Pace
“Alguien tan chico como ‘Rodri’ y los demás, lo que
más necesitan es contención, por eso ellos más ven
una figura paternal. Trato de hacer lo que mis refe-
rentes en su momento hicieron conmigo, ser como un
ejemplo para ellos”, sentencia el capitán del Globo.
Siendo uno delantero y el otro defensor, a la hora de
enfrentarse en los entrenamientos, ¿hay alguna chicana?
Cabral: “Después de cada práctica. Durante el trabajo
no tanto, lo tomamos muy en serio”.
Araujo: “No, hay mucho respeto de ambos lados.”
Si te regala la camiseta el “Pipi”, ¿la encuadrás o la usás?
Cabral: “La encuadro y la tengo ahí de recuerdo. Ojalá
se dé poder llegar a jugar juntos y sacarnos una foto
cuando termine”.
Araujo: “Por mi parte si me la pide, entregarle una
camiseta a un chico que es compañero y que la quiera,
para mí es un elogio”.
Haber llegado hasta acá es algo increíble para el volan-
te quemero, quien ya pudo superar muchas adversida-
des, como lo es vivir lejos de su familia y la gente que
más quiere. Sin embargo, sabe que no es suficiente y
que para seguir viviendo su sueño no debe bajar los
brazos. Con las ganas de seguir en la máxima catego-
ría, es consciente que debe entrenar duro y esforzarse
cada día. “Me estoy sintiendo muy bien, trabajando
siempre de la mejor manera. Estar convocado es un
plus para mí y para mi familia para seguir adelante”,
resalta Cabral.
Años atrás ya lo daba todo, apuntando a ese arco for-
mado por cajones de soda con el que su papá le hacía
practicar remates en el fondo de su casa, en su Mer-
cedes natal. Hoy, ya en Parque Patricios, siguiendo los
pasos y consejos que a diario le da Carlos, recuerda:
“Siempre soñé con esto y de chico lucho por mis sue-
ños”. El apoyo de su gente lo tiene, solo depende de
él. Sabe que los sueños están para cumplirse.
Rodrigo, ¿cuánto soñabas con entrar en Primera?
Todos los días. Antes de acostarme soñaba con debu-
tar y poder dar lo mejor.
Rodrigo festejando su
primer gol.
Rodrigo con Rosa y
Marcelo, sus padres.
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