RODRIGO CABRAL: “TODOS LO
VEMOS (AL ‘PIPI’) COMO UN PADRE”
Por Catalina Pace
“Mi papá era un loco lindo. Venía de trabajar y armaba el arco con cajones de soda para que yo
patee la pelota con mi pierna inhábil. Siempre fui derecho y me hacía pegarle todo el tiempo
con la zurda. Estoy muy agradecido porque es bueno manejar las dos piernas”. Siguiendo los
consejos de su padre, el correntino Rodrigo Cabral, decidió probar suerte en Buenos Aires.
Hoy, con 19 años, el ex jugador de Paso de Los An-
des, club en el que se inició en Mercedes, su pueblo,
es jugador profesional de Huracán. Con la sorpresa de
sus padres presentes en la cancha, hizo su primer tan-
to en Reserva de zurda, como le enseñó su papá, y
además, jugó su primer partido en Primera. Aun así,
pasa sus días entrenando para poder cumplir su sueño
de afianzarse en la máxima categoría y de esta forma,
compartir cancha con su máximo ejemplo del plantel,
Carlos Araujo.
Debut en la red en Reserva y acompañado de la fa-
milia, ¿podés pedir más?
No, no puedo pedir más nada. Estoy muy contento, de-
but en la red y que estén ellos (Rosa y Marcelo viajaron
por primera vez a ver a su hijo) es una sorpresa enorme.
Tanto vos como los más chicos tienen como ejemplo
a Pipi (Araujo), ¿qué significa para ustedes?
Significa mucho para mí, es una gran persona y refe-
rente, la verdad que siempre me aconseja y eso es muy
bueno para mí y para todos los que nos estamos afian-
zando en la Primera.
¿Se podría decir que Carlos es como un padre para
los más chicos?
Sin dudas, para mí todos lo vemos así, es realmente un
referente para nosotros.
A su lado, Carlos Araujo lo observa de forma muy pater-
nal. Sonríe ante cada afirmación de Rodrigo y se emo-
ciona con él cuando revive su debur en Primera División.