inverosímiles, son superados día a día por proyectos de naves de dimensiones aún más surrealistas.
Si bien los colosos de 14.000, 18.000 y hasta 21.000 TEUs que ya surcan los mares o que ya se construyen en los astilleros están mas bien previstos para su emplazamiento en los tráficos este-oeste, se espera la presencia cada vez más frecuente, en nuestros tráficos norte-sur, de naves de capacidades más modestas, pero que de cualquier manera serán de esloras, mangas y calados mucho mayores a los de aquellas que a la presente visitan nuestras costas. La ampliación del Canal de Panamá a través de la construcción de un nuevo juego de esclusas que permitirán el cruce entre Atlántico y Pacífico de naves con esloras de hasta 366 metros, mangas de hasta 49 metros y calados de hasta 15,2 metros, son un aviso muy claro de que“ los más pequeños de los gigantes” estarían navegando ya hacia nuestras costas.
El aviso fue dado hace ya varios años y para los países de la región del WCSA, para México y para las naciones de Centro América, esto representaba desafíos claros e ineludibles. Tendríamos que ponernos a tono con la nueva realidad y embarcarnos en el futuro, o contemplar simplemente como el futuro nos pasa por delante.
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